El CD Benavente sumó ayer una importante victoria tras aprovechar las concesiones defensivas del Laguna. Los locales, que sufrieron durante varios momentos del partido, rompieron el encuentro gracias a la pegada de Javi, autor de un triplete, que les permite sumar un nuevo triunfo y acariciar así la zona alta de la tabla.

Con frío y niebla, algo típico de la época invernal en la que nos encontramos comenzaba el partido en el Municipal Luciano Rubio de Benavente. Consecuencia del gélido clima y de la poca visibilidad sobre el verde, ambos equipos comenzaron excesivamente erráticos en sus pases sin que uno de los dos conjuntos dominase el juego. El Benavente, que ha dejado atrás los fantasmas defensivos de las primeras jornadas, ha encontrado en su línea defensiva y en la figura de Jesús una de sus principales virtudes, convirtiéndose en un conjunto sólido y que apenas concede ocasiones. El peligro inicial de los visitantes se reducía a disparos lejanos y aislados balones aéreos que el guardameta local dominaba sin apuros.

Empieza el festín

La primera de los rojillos sería aprovechada por Pepe, quien se encontraba un balón dentro del área y con clase, con pausa, superaba a Pedro por encima de él para poner el primero de los locales. Tras el gol, los visitantes fueron en busca del empate. Quizás los minutos de mayor asedio sobre el feudo tomatero, que achicaba los balones como podía. Faltas laterales, córners e internadas por banda que ponían a prueba a los benaventanos. Cuando peor estaban los locales, un disparo de Javi desde la frontal era desviado por un defensa rival. El árbitro pitaba mano e indicaba pena máxima. Era el minuto 36 y Javi no fallaba desde los 11 metros. 2-0 y balón de oxígeno para el CD Benavente.

No sería la última alegría de la primera mitad. A falta de 5 minutos para el descanso, Unai encontraba a Pepe con un balón en largo que el 8 del Benavente centraba desde la línea de fondo y Javi, al primer toque, lanzándose dentro del área, introducía el balón en la portería visitante sentenciando antes del parón.

Con el pitido final, todos buscaban el abrigo y el calor. Los equipos en el vestuario y los aficionados en el bar. Tiempo de café para calentar las manos cuando la niebla era cada vez más densa y la luz de los focos hacía acto de presencia. Con 3 goles de distancia, la segunda mitad se hizo muy larga para el conjunto visitante. Y eso que tuvieron las primeras oportunidades para recortar distancias. Los balones a la espalda de la defensa rojilla buscaban las cosquillas a los de Santi Redondo, pero los arietes visitantes no conseguían perforar la portería de Jesús. Los minutos seguían corriendo y ambos técnicos movían el banquillo. Uno buscando revulsivos que apretasen el marcador y el otro, cimentando la columna vertebral del equipo para mantener la renta.

A la contra encontraría el CD Benavente sus ocasiones más claras para aumentar la distancia. Oscar Robles e Iván Pérez no acertaron a poner el cuarto gracias a las buenas intervenciones del portero visitante, quien poco o nada pudo hacer ante Javi, que anotaba su particular triplete tras recortar a la defensa dentro del área y no fallar en su finalización. Un cuarto gol cerca del final del partido que ponía un gran broche a un partido muy serio de los benaventanos que siguen sumando puntos y escalando puestos en la clasificación.