Tras el parón navideño, el Caja Rural de Zamora vuelve hoy a la competición rindiendo visita al KFC Culleredo. Adversario de la zona media de la tabla que encabeza el grupo de equipos cuyo objetivo es eludir el descenso. Un rival complicado en su feudo, pista en la que han cosechado la mayoría de sus triunfos.

Los gallegos afrontan el duelo sin Alexander Doche, líder en anotación y rebotes del equipo coruñés, que ha fichado por el Basket Navarra de LEB Plata. Un movimiento de mercado que beneficia al Caja Rural y que otorgará el mando del KFC Culleredo a Álvaro Añón y el veterano pívot Mario Cabanas. Una pareja que se supone el mayor peligro para los zamoranos, así como el británico Glen Robertson. Estos tres jugadores son, ahora mismo, el mayor obstáculo que se encontrará el conjunto de Nacho Domínguez en su primera salida de 2020. Un viaje en el que esperan mantener el buen tono general de su último partido, que se saldó con victoria.

Cosechar un nuevo triunfo hoy sería clave para el Caja Rural pues relanzaría sus opciones de permanencia tras un pésimo inicio de campaña. Eso sí, la empresa no resultará fácil pues el conjunto gallego tampoco puede permitirse ningún lujo si no quiere entrar en complicaciones. Además, la situación deportiva del conjunto de Domínguez resulta complicada debido a que la enfermería ha recibido nuevos inquilinos en las últimas semanas.

A la ausencia ya conocida de Juanma Robles, para este envite se suman también las bajas de Xabi Zubeldía y de Alberto Sanz. El escolta vasco sufrió en el último entrenamiento un fuerte golpe en la zona del abductor de su pierna izquierda y su concurso es más que dudoso de cara al choque de mañana. El pívot Alberto Sanz, ausente por cuestiones laborales, también está prácticamente descartado por lo que el juego interior de los zamoranos se verá seriamente resentido hoy.