Sofía Viñas apura sus últimos días en Zamora antes de emprender un viaje en avión que le dejará en Oregón. Más de 8.500 kilómetros de distancia entre sus raíces y su futuro. Estas navidades han sido distintas para toda la familia porque Sofía era quinta en Carbajales de Alba y toda la familia ha disfrutado de una tradición que la mayoría de los municipios de Zamora tratan de mantener, aunque apenas quedan jóvenes en los pueblos.

Fue aquí, en Carbajales, donde Sofía descubrió que le gustaba mucho el fútbol aunque el resto de niñas del pueblo no quisieran jugar y tuviera que batirse el cobre con los niños carbajalinos. Y se lanzó a la aventura con la ayuda de sus padres que siempre le han ayudado y apoyado para lograr su objetivo. De padre americano y madre argentina, es lógico que sus ídolos futbolísticos fueran Alex Morgan y Lionel Messi, una americana y un argentino. Sin embargo, también tienen peso sus raíces zamoranas en sus preferencias futbolísticas ya que su equipo del alma es el Real Madrid.

"En California las chicas juegan mucho al fútbol. Empecé a jugar en una liga infantil y me iba muy bien jugando con los chicos. Me vieron unos entrenadores y me llevaron a un club de allí a los 8 años hasta que unos ojeadores de la Universidad de Oregón me vieron y me becaron para estudiar allí informática y jugar al fútbol" explica la carbajalina sobre sus primeros pasos en el mundo del fútbol hasta conseguir ser una de las referencias de su equipo universitario.

La Universidad de Oregón juega en la máxima división de las ligas universitarias y es una de las más reconocidas en el panorama actual por lo que la llegada de la zamorana hasta allí ha sido un paso importante para su crecimiento como futbolista. "Jugamos los jueves y los sábados normalmente y jugamos contra universidades de California, Colorado o Arizona. Juego en la Primera División universitaria así que la competición es muy dura. Es el nivel más alto que hay en Estados Unidos y eso es bueno para mí" explica Viñas que ha vivido este año una transición del fútbol de clubes en el que jugaba en casa a tener que despedirse de su familia y jugar a un nivel mucho más alto a varias horas de casa.

Igual que en plena fiebre del oro miles de estadounidenses se lanzaron a Oregón en busca del metal precioso, la carbajalina Sofía Viñas busca en esta tierra crecer como futbolista y llegar a ser algún día un nombre que conozcan las jóvenes deportistas. Aunque, en este caso, es la Universidad de Oregón la que tiene entre sus manos el oro que moldear.

"La Universidad de Oregón está a once horas en coche de casa. No me quejo mucho porque me encanta jugar allí" sentencia la zamorana que habitualmente reside en California. "Ha sido un año de transición difícil porque me cuesta estar lejos de casa pero ha sido una experiencia increíble. Las chicas del equipo son muy majas y los entrenadores son geniales por lo que me hacen todo mucho más fácil" explica Viñas sobre su primera experiencia.

El día a día de los becados universitarios en Estados Unidos también es duro porque tienen que compatibilizar los entrenamientos diarios con los estudios, donde no pueden bajar las notas, y con los partidos entre semana. "Durante la temporada nos despertamos y vamos a entrenar por la mañana unas dos horas. Después desayunamos y vamos a la Universidad. Las clases empiezan a las 8 o a las 10 y después de clase hacemos los deberes o intento dormir un rato. La tarde la tenemos libre" cuenta la futbolista sobre sus rutinas durante la temporada universitaria.

Sofía Viñas juega de mediocentro por lo que no se parece en sus cualidades futbolísticas a sus ídolos futbolísticos aunque ha tenido la ayuda de Alex Morgan. Y es que la ídola estadounidense, que estudió en la universidad californiana de Berkeley, es una activa defensora del fútbol femenino y colabora con las jóvenes promesas de la zona.

A Sofía le encantaría poder triunfar algún día en España ya que desde Estados Unidos se nota el cambio que está experimentando este deporte en el país. "Ahora en España lo veo mejor. Antes no se veía a las chicas jugar. Ahí en California juegan casi todas las chicas. Y si no juegan a fútbol, juegan a baloncesto o a tenis" explica Viñas. Ese aumento del deporte femenino también se nota en España en varios ámbitos y por ello, el objetivo es acabar triunfando aquí: "Me encantaría venir a España porque veo que el fútbol aquí está mejorando, pero todavía me quedan unos tres años de universidad donde quiero seguir mejorando".

Toda la progresión de la carbajalina no hubiera sido suficiente sin el apoyo de su familia, por lo que Sofía no se olvida del apoyo de sus familiares: "A mí mis padres me han llevado a prácticas y a torneos toda mi vida y eso me ha ayudado mucho. Estoy muy orgullosa de mis padres porque me han ayudado tanto que estoy muy agradecida".