Barcelona 3

Olympique Lyon 0

Barcelona.- Con más trabajo que filigrana y enganchado a Leo Messi, el Barcelona debutó en la Liga de Campeones con una victoria frente al Olympique de Lyon (3-0), en un partido potencialmente peligroso para el ánimo del equipo y de Frank Rijkaard, resuelto en los minutos finales. Messi fue el alfa y el omega de los azulgrana. Protagonizó la jugada que permitió el 1-0 y marcó el segundo a siete minutos del final para finiquitar el partido, antes de darle la alternativa a Bojan Krkic, quien junto a Giovani dos Santos y Gabriel Milito debutaron en la máxima competición continental. Thierry Henry, que llevaba un año sin marcar un gol en Europa, se estrenó con el 3-0 en el minuto 90.

Después del pobre espectáculo ofrecido por el equipo en los dos desplazamientos ligueros y de que se cuestionara el trabajo de Rijkaard, la reacción del Camp Nou fue tibia, expectante ante el rendimiento del equipo, pero en ningún caso crítica con los suyos. Salieron los azulgrana con intensidad, pero con una marcha de más, lo que le llevó al equipo de Rijkaard a cometer errores continuados en el pase, propios de la precipitación. Muy pronto la primera certeza: en cuanto Leo Messi tocaba el balón, la aceleración en el juego era evidente, algo que no ocurría con Ronaldinho.

El Olympique de Lyon, el aspirante de cada año para ganar la máxima competición continental, empezó con ímpetu, pero fue reculando con el paso de los minutos, hasta el punto de que antes del cuarto de hora, sólo Benzema y, esporádicamente Juninho, campaban en la ofensiva lionesa.

En la primera acción, Henry no llegó a un centro raso (minuto 7); en la segunda, Deco recogió un servicio en la frontal y remató de puntera (minuto 12).

Sin conseguir la velocidad de crucero de antaño, sin tener la presencia en el área contraria del pasado, el Barça intentó olvidarse de lo que pudo haber sido e hizo caso a su entrenador para buscar una nueva identidad, con un juego fundamentado en la solvencia defensiva y la clarividencia de Messi, su jugador de referencia en la actualidad.

Precisamente el argentino protagonizó, involuntariamente, el primer gol del partido. Una jugada suya, con un centro al área, fue desviado por Clerc y el balón entró en la meta francesa en el minuto 21.

Juninho, seguramente el mejor lanzador de faltas del fútbol mundial, tuvo su oportunidad, en un lanzamiento directo desde 25 metros, la única vez que los de Alain Perrin se acercaron sobre la meta de Valdés en el primer tiempo (minuto 36).

En la recta final de este primer periodo, el Barcelona fue perdiendo gas y vivió gracias a Messi. En una jugada iniciada por un robo de balón suyo, la jugada a la contra la continuó Ronaldinho, quien habilitó al argentino dentro del área. El control con el pecho y el recorte sobre Bodmer anunciaban el 2-0, pero Clerc, el jugador que marcó en propia puerta el 1-0, salvó sobre la línea de gol (minuto 38).

El descanso le fue de perlas a los catalanes. Con más brío, con más fútbol a menos toques, volvió a arrinconar a los jugadores franceses, de nuevo con Messi de protagonista. La «Pulga» no aprovechó una inteligente dejada de Xavi (minuto 48) y remató demasiado alto.

Rijkaard adelantó las líneas de su equipo, el Barça presionó más y los azulgrana tenían la situación controlada, aunque sin alardes. Perrin quitó a un medio (Belhadj) y puso a un delantero (Baros). También fue sustituido Ronaldinho, por segundo partido consecutivo, y entró Iniesta en el minuto 65, con la idea de recuperar el control del partido.

Y así fue. Henry, que hasta ayer llevaba más de un año sin marcar en competición europea, estuvo cerca en un servicio de Deco (minuto 69) y también el portugués, en una jugada a la contra, puso a prueba a Vercoutre (minuto 73).

Al Barça, como le ocurre en los últimos partidos, le pesaron los minutos finales del encuentro, pero no sufrió, porque se mostró sólido atrás y su contragolpe, con la velocidad de Henry y Messi, siempre llevó peligro y acabó siendo letal.

Precisamente, en una jugada de Deco, Iniesta sirvió hacia Messi y el argentino resolvió el partido (2-0) a siete minutos del final. Aún tuvo tiempo el Barça de redondear la cuenta con un tanto de Thierry Henry, quien recuperó un rechace de Vercoutre y consiguió su primer tanto como azulgrana.