El Quesos El Pastor logró su primera victoria (73-67) en casa tras un gran partido ante un IDK al que siempre llevó por detrás, pero que le puso las cosas muy difíciles en un final de infarto en el que la fe en la victoria zamorana pudo más que la calidad del equipo vasco.

El Quesos El Pastor dio una lección de cómo hay que entrar motivado en un partido, superando todas las contrariedades que presionan al equipo (las lesiones de Felixova y Seilund, el siempre peligroso descanso navideño, la obligación de ganar en casa...) y ya desde los primeros instantes pudo comprobarse que el equipo naranja iba a ser el de los mejores partidos. Brittany McPhee fue la encargada de liderar la salida en tromba anotando, capturando rebotes y hasta subiendo el balón en los ataques zamoranos. Enfrente, el IDk Gipuzkoa no daba crédito ni lograba frenar a un rival que partía mucho más motivado.

Angel Fernández había preparado una defensa presionante a la salida del balón que le costaba mucho superar a las jugadoras vascas, un tanto sorprendidas por el buen trabajo zamorano.

Pese a todo, la calidad del plantel que dirige Azu Muguruza le permitía resistir durante los primeros minutos e incluso remontar con un 7-9 en la que era ya la segunda canasta de Erika de Souza que poco a poco sería secada por una Quinn Dornstauder que crece partido a partido.

Pero tras tres minutos en los que ninguno de los dos equipos consiguió anotar, el partido cambió de rumbo con la decisión zamorana de jugársela a triples. Y así llegaban tres canastas de tres puntos seguidas de McPhee y Cornelius (2) que dispararon la diferencia en el marcador a un 21-11 muy alentador. La diferencias en el primer cuarto había estado en el 4/5 del Zamarat en triples frente al 1/6 de su rival donostiarra. El Quesos El Pastor no podía confiarse ni dar el menor respido a su enemigo porque IDK era capaz de volver a entrar en el partido en solo 55 segundos con sendos triples de Laura García y Kraker para situarse con 21-19 que obligaba a Angel Fernández Juliá a pedir un tiempo muerto para recomponer a su conjunto. Y lo consiguió ordenando ahora una defensa en zona que le permitió afianzarse en defensa e iniciar un nuevo estirón en el marcador. Había que aprovechar el acierdo del equipo naranja y otros tres triples servían para volver a disparar al Quesos El Pastor que recuperaba los diez puntos de ventaja e icluso lograba irse al descanso con 43-29. Pero la historia se repitió al comienzo del tercer cuarto. IDK regresó mucho más centrado y en poco más de un minuto volvía a entrar en el partido con 43-38 tras un parcial de 0-9.

Fue el momento crucial del partido. Un triple de McPhee parecía desatascar la profunda crisis anotadora del Zamarat, pero el partido continuó sumido en un cúmulo de desaciertos por ambas partes. Había que salir con éxito de esta situación y el Quesos El Pastor lo consiguió a base de apretar en defensa y de que todas las jugadoras aportasen en ataque. Y de nuevo las zamoranas se escapaban con total desfachatez para cerrar el cuarto con un esperanzador 57-47.

IDK no podía con la defensa en zona del Zamarat y Azu Muguruza tenía que pedir un tiempo muerto para buscar una nueva reacción de sus jugadoras a las que cada vez les quedaba menos tiempo. El Ángel Nieto empujaba a su equipo pero el partido no estaba ganado pese al 61-49 del minuto 32, porque Laura García machacaba la zona con un triple.

El Quesos El Pastor mantuvo la confianza en sí mismo y el partido entró en una tónica de intercambio de canastas como querían las naranjas. Y el partido se fue muriendo poco a poco ante la impontencia del IDK que no encontraba la forma de remontar pese a que llegó a situarse a un solo punto (68-67) a falta de un minuto para el final.

Brittany McPhee falló dos tiros libres, pero anotó una canasta muy difícil que ya fue definitiva para sumar una gran e irrenunciable victoria (73-67).