Sara García ya está en capilla. La piloto zamorana tiene todo preparado para su participación en el Dakar 2020 que le llevará a Arabia Saudí donde del 5 al 17 de enero repetirá experiencia en la categoría "sin asistencia", una modalidad en la que ella será la única representante femenina, compartiendo reto con su pareja Javier Vega. La propia Sara admitía que el país no ha propiciado la presencia de más mujeres, y es que en total son 13 las féminas de un global de 500 participantes, unas cifras que demuestran que queda mucho por hacer, pero sin duda su presencia suma y es importante en la lucha de todas. "El año pasado fue el primer año en el que hubo mujeres en mi categoría y este año solo salgo yo", explicó la zamorana, y es que no pueden recibir ningún tipo de asistencia desde el exterior, tan solo se pueden ayudar entre los pilotos. Sabedora de que su presencia es un paso importante hacia la igualdad, ella misma admitía que todavía queda mucho por hacer, pero también dejaba claro que no cree en colores ni símbolos, y sí en el trabajo de cada mujer y hombre en busca de la igualdad.

Consciente de la dureza a la que se va a enfrentar, Sara García se reconocía emocionada e ilusionada ante esta nueva aventura y, sobre todo, más preparada psicológicamente, un aspecto vital que ha trabajado mucho en los últimos tiempos para evitar que la mente pase malas pasadas. "En este tipo de carreras el 70 por ciento es mente y 30 por ciento físico", comentó. Además, sabe que se enfrentará a largas etapas de 17 horas sobre la moto en las que después de cubrir 900 kilómetros hay que preparar todo, hacer frente a posibles problemas mecánicos y también descansar.

Así, ya quedan pocas jornadas para que viaje a Arabia Saudí para quitarse también la espina del pasado año, cuando tuvo que retirarse. En este sentido confía en poder hacer frente a todos los obstáculos y que esta aventura le ayude a crecer como profesional y como persona.