Esta temporada las manos, por muy involuntarias que sean, se están pagando. El Zamora fue ayer víctima de un riguroso penalti cuando el esférico impactó contra la mano de un Javi Rodríguez que estaba de espaldas, pero eso no evitó la pena máxima que Romero convirtió en el 1-0 en una primera mitad floja para los del Aguirre. Sin embargo, la mejoría tras el descanso fue impactante pero, aunque Lusamba puso la igualada, no fue posible batir por segunda vez la portería chacinera.

La de ayer era la oportunidad perfecta para matar hasta tres pájaros de un tiro. Por un lado se buscaba la primera victoria foránea de la temporada, por otro romper el maleficio que existe en el campo del Guijuelo donde nunca antes se ha ganado, y en tercer lugar, y más importante, se tenía la oportunidad de lograr tres puntos ante un rival directo al que superar en la tabla de clasificación para pasar la semana en puestos de permanencia. En un día en el que la meteorología empeoraba a cada minuto en tierras salmantinas, el Zamora llegó al Municipal de Guijuelo entre lluvia y viento pero todos esperaban que no impidiera un triunfo que se le había privado en muchas ocasiones a la plantilla, por unos u otros motivos, pero que se merecían de una vez por todas lejos del Ruta de la Plata.

El secreto mejor guardado de Roberto Aguirre se descifró una hora antes del inicio del derbi regional. En el once inicial sí se presentó alguna variación sobre lo previsto como la presencia de Edu Payá en el lateral derecho, lo que volvía a dejar a Dani Mateos en el banquillo, donde también estaba la última incorporación del equipo, Granada, junto al portero Miguel, Lusamba y Javi Ramos. En las filas chacineras también se pudo ver algún viejo conocido como Gonzalo Hinojal, que defendió los colores del Zamora y también del Villaralbo, y a Manu Moreira, ex jugador del GCE, ambos en el once inicial de Sito.

Así arrancó un duelo donde la superficie de hierba artificial también podía jugar su papel pero que desde el Zamora creían que no iba a ser crucial en el devenir del encuentro.