El Atlético de Madrid afronta hoy un gran punto de inflexión de la temporada en el Wanda Metropolitano (21.00 horas), donde recibe al eliminado Lokomotiv sabiendo que lo tiene todo a favor para sellar su pase a octavos de final de la Liga de Campeones, pero también que un tropiezo podría provocar un terremoto en la entidad. El equipo rojiblanco llega a la última jornada de la fase de grupos dependiendo de sí mismo para volver a las eliminatorias de la máxima competición europea, una buena situación a priori, pero también lo hace preocupado por la falta de buenos resultados y, sobre todo, de eficacia goleadora. Las cuentas son claras para el Atlético, que estará clasificado si gana o si el Bayer Leverkusen no se impone en casa a una Juventus que no será tan temible como de costumbre, ya que tiene asegurado el primer puesto del grupo y tan solo se juega el pertinente premio económico en el BayArena.

Para no tener que estar pendiente de lo que ocurre en Alemania, el equipo entrenado por Diego Pablo Simeone necesita cumplir su misión ante un adversario que llega sin opciones.

Un trámite para el Madrid

Por su parte, el Real Madrid cierra la fase de grupos con un trámite ante un Brujas al que nunca ganó, que encara con la clasificación a octavos de final certificada como segundo de grupo, sin opciones de ser primero, y con Zinedine Zidane tirando de su segunda unidad ante el final de año de infarto con Valencia, Barcelona y Athletic en el horizonte.