Joaquín Sánchez, con tres goles en los primeros veinte minutos de juego, fraguó la victoria (3-2) del Betis, la tercera consecutiva que hace mirar al equipo hacia la zona alta de la tabla, y frenó la progresión del Athletic, que llegó al Villamarín con tres triunfos seguidos y en puestos europeos.

El veterano capitán verdiblanco fue un verdadero incordio para la formación vasca todo el partido, que apuntaba a goleada de los sevillanos pero que quedó en victoria ajustada gracias al tanto de penalti de Iñaki Williams al borde del descanso y el de Yuri Berchiche a falta de un cuarto de hora para el final. Dos tantos que fueron insuficientes para un Athletic que fue de menos a más.