La selección española de cross regresó de los campeonatos de Europa de Lisboa con dos bronces -el individual Sub-23 de Abdessamad Oukhelfen y el absoluto masculino por equipos- en una actuación que no alcanzó a cubrir las expectativas sobre el duro circuito del Bela Vista Park junto a la desembocadura del Tajo.

La retirada de su líder, el joven Ouassim Oumaiz, poco antes de entrar en la última vuelta de la carrera sénior masculina no impidió que el conjunto español, encabezado por dos aragoneses, Toni Abadía y Carlos Mayo, subiera al podio para colgarse la medalla de bronce. Abadía (undécimo), Mayo (decimocuarto) y Fernando Carro (vigésimo) dieron a España 45 puntos que la situaron sólo por detrás de Gran Bretana (36) y Bélgica (38), en una carrera de 10.225 metros que registró el triunfo de Robel Fsiha, nacido en Eritrea e instalado en Suecia hace seis años.

El otro metal corrió a cargo del joven Abdessamad Oukhelfen, de padres marroquíes y residente en Reus desde los seis años, que once meses después de ser nacionalizado logró su primera presea internacional al clasificarse tercero en la carrera sub-23, por detrás del exfutbolista francés Jimmy Gresier, que se coronó por tercera vez campeón de la categoría, y del serbio Elzan Bibic.

La decepción de la jornada estuvo en el equipo español de relevos 4x1.500 que cedió a Gran Bretaña el título y se quedó fuera del podio por seis segundos. Un cajón que había pisado siempre desde que, hace dos años, se había introducido esta prueba en los campeonatos de Europa.