Rusia se impuso con claridad a Castilla y León ayer en el Ángel Nieto (85-56) y por ello luchar´´a hoy por coronarse campeón del Memorial Juan de Mena tras demostrar ser un conjunto físicamente superior al del combinado regional.

Si bien la primera canasta del partido tuvo acento ruso, el combinado de Castilla y León fue el que llevó las riendas durante unos primeros minutos igualados. Respondió al primer acierto rival con un triple y encontró respuesta a cada acierto de las ayer locales a lo largo de los compases iniciales. Sin embargo, la apuesta por el lanzamiento exterior de las arlequinadas acabaría por claudicar ante una Rusia con insistentes penetraciones que, con el paso de los minutos, fue capaz de imponer su mayor poderío físico.

De distancias de uno o dos puntos en favor de unas y otras se pasó a un dominio ruso claro en el marcador. Así, cuando restaban apenas tres minutos del primer cuarto, el tanteo ya era de 16-9. Un marcador que el combinado del Este incrementó gracias a su control casi absoluto del deporte y que acabó mostrando una diferencia de dos dígitos con respecto a una Castilla y León con problemas para ser sólido en su pintura (27-16).

Un guión similar tuvo el segundo cuarto, con Rusia buscando pases a sus pivotes en la pintura para buscar canastas fáciles y Castilla y León tratando de burlar la férrea defensa soviética. Sin embargo, en esta ocasión, las regionales se mostraban más entonadas en su zona y eso llevaba a que los minutos transcurrieran con un intercambio de canastas que no hacía variar la diferencia registrada tras los primeros diez minutos (33-22).

Rusia había pasado a funcionar en rápidos contragolpes y Castilla y León en largas circulaciones de balón que parecían darle rédito. Al menos hasta los instantes previos al descanso en los que la falta de acierto y el buen hacer de las rusas volvía a marcar diferencias en el Ángel Nieto, escenario que atravesó el ecuador de partido con 51-33 en su luminoso. Guarismo que dejaba casi decantado el encuentro en favor de las ayer locales.

Trató de no perderle la cara al choque Castilla y León en la reanudación del envite pero, en apenas cinco minutos, Rusia dejó sentenciada la contienda. Las arlequinadas apenas consiguieron ver aro en ese tiempo mientras que, por el contrario, el equipo del Este fue un huracán imparable llegando siempre con superioridad numérica al aro rival y anotando con facilidad. Una situación que llevó al técnico castellano-leonés a pedir tiempo muerto con un 69-39 que daba carpetazo al partido tras 25 minutos. Nada cambiaría pese al parón, la contienda llegó con un contundente 76-45 al último cuarto.

De poco sirvió el último cuarto del encuentro para ambos combinados, más allá de dar minutos a las jugadoras que menos habían participado en los cuartos previos. Y así lo entendieron ambos combinados, bajando prestaciones Rusia y manteniendo el tipo Castilla y León para cerrar la contienda con 85-56 en el marcador.