A ningún equipo le gusta visitar la pista del CB Morón. El pabellón sevillano, pequeño y lleno hasta la bandera, es un verdadero incordio para todos los equipos que lo visitan. Y el Innova Chef, que llegaba a tierras andaluzas con la intención de ganar la lucha por la quinta plaza que ambos mantenían, no fue una excepción. Los zamoranos no jugaron un mal encuentro pero, en los momentos decisivos, rindieron por debajo del nivel de un cuadro local aupado por su afición y con el acierto desde el perímetro como argumento decisivo. Por ello, la contienda acabó con 76-70 en el marcador.

El encuentro comenzó muy rápido, con posesiones cortas y con tendencia a lanzar desde más allá del arco aunque con un porcentaje de acierto bastante pobre por parte de ambos equipos. El Innova Chef consiguió poner tierra de por medio con el Morón desde el triple gracias a Stürup. El Morón se encomendó a la veteranía de Marco, que penetró la defensa zamorana como un cuchillo para ponerse a solamente una canasta (14-16). Las imprecisiones y la mala elección de tiro provocó un equipo de anotación baja. Ningún equipo era capaz de ser certero desde el triple y los rebotes en ataque en ambos lados de la pista no se certificaron. La última posesión del primer cuarto fue para los locales y a Gallardo no le tembló el pulso para anotar el triple para batir la bocina (17-16).

En el segundo cuarto comenzó un toma y daca priorizando los puntos dentro de la zona. Si el cuadro visitante se adelantaba, el Morón respondía al momento. La mala noticia para los zamoranos era la mala repartición de los puntos: solamente Cabral, Stürup y Nicholas habían anotado puntos. Libroia fue el encargado de romper esta hegemonía dentro del conjunto visitante (19-22). Beltrán pudo convertir un 2+1 pero falló su tiro adicional, cogió el rebote de su propio tiro, perdió el balón y encajó en la cara un gran triple de Gallardo (22-24). Stürup, máximo anotador zamorano hasta el momento, respondió con un mate a dos manos para volver a poner al CB Zamora cuatro puntos por encima (22-26). El conjunto sevillano se las fue ingeniando para estar metido en el partido apoyándose en el espléndido tiro de tres de Gallardo y Dragovic. Los locales consiguieron defender con éxito varias acciones zamoranas y castigaron en el otro lado de la pista para poner el empate (32-32). Un tiro libre de Steel y un tiro en suspensión de Vujadinovic unido a una mala gestión del cuadro visitante llevó al Morón a irse al descanso con una ventaja mínima (35-32).

Si el CB Zamora quería estar dentro del partido debía mejorar su porcentaje en el triple, que en la primera mitad fue del 13%. Por su parte, el Morón estaba sacando petróleo con sus francotiradores. El tercer cuerpo fue mucho más lento que sus antecesores. Todavía más errores y acciones defensivas. Especialmente llamativo fue el mate de espaldas de Stürup tras una recuperación zamorana (37-34). A partir de entonces el Morón fue seleccionando de forma oportuna sus tiros y fue abriendo la brecha más grande del partido gracias a los triples de Sergio Cecilia y Guille Corrales (48-41). Los zamoranos, en la olla a presión de la Alameda, no conseguían dar con la tecla ni en ataque ni en defensa. El único jugador zamorano que se podía salvar de la quema al final del tercer cuarto era Stürup, que consiguió anotar un triple al borde del final (52-44).

Los pupilos de Saulo Hernández comenzaron de forma perfecta el último cuarto consiguiendo un parcial de 0-5 para recortar distancias. Sin embargo, los sevillanos respondieron inmediatamente con el mismo parcial (57-49). El partido se le fue yendo poco a poco al CB Zamora, que seguía tan errático como al comienzo del partido; por contra, el Morón fue apoyándose en todos sus jugadores, sobre todo los de la segunda unidad, para construir una ventaja más que tranquilizadora (72-60). El Innova Chef siguió peleando a falta de un minuto en acciones consecutivas consiguió reducir distancias (74-67). Al final, pese al esfuerzo y el triple final de Nicholas la victoria se quedó en tierras sevillanas (76-70).