En el fútbol hay que saber sufrir, y el Zamora no es una excepción. Los rojiblancos sumaron ayer un nuevo triunfo pero tuvieron que sudar para conseguirlo y es que culminaron la remontada en la última jugada del partido cuando Coque cabeceó un saque de esquina que supuso el 2-1 definitivo. El rival, el Santa Marta, supo plantarle cara al líder y entre todos los rivales sobresalió la figura de su portero, Tomás González, conocido portero zamorano y exrojiblanco que se erigió líder de los suyos en su regreso a casa.

En esta ocasión David Movilla hizo un solo cambio en su once inicial respecto a la pasada jornada, tan solo la variación de dar entrada a Garban, que se había quedado fuera en el anterior compromiso, en detrimento de Carlos Ramos. La idea en el cuadro local era la misma: salir con toda la intensidad y sorprender a un rival necesitado de triunfos.

Sin embargo, la historia fue muy distinta y enseguida se vio a un Santa Marta bien plantado y dispuesto a desfondarse sobre el césped zamorano. Los salmantinos no se arrugaron y sumaron metros hasta aprovechar su primera gran ocasión. Fue en el minuto 7, en un córner mal defendido, cuando Lucas puso de cabeza a los visitantes por delante.

A partir de ahí el Zamora CF se revolvió y se lanzó al ataque.

Las aproximaciones de peligro fueron una constante y las oportunidades se multiplicaron, en jugada y a balón parado, pero la férrea defensa visitante desbarataba todas las oportunidades. Así fue hasta superado el ecuador de la primera mitad cuando Dani Hernández tiró de galones para convertir una buena falta a favor y poner las tablas en el marcador con un verdadero golazo.

El Zamora CF ya era dueño y señor, y tenía el absoluto control del encuentro, aunque no conseguía materializar las buenas opciones de las que gozó para poner tierra de por medio. El ataque del Zamora era una constante ante un Tomy que se creció bajo los palos y protagonizó paradas de verdadero mérito para dejar a los suyos vivos a la llegada a un descanso que empezaba a necesitarse.

Se reanudó el partido y lo hizo con el mismo panorama, un Zamora que iba a por todas y un Tomy que ya era el héroe de los suyos. La situación no conseguía desatascarse y Movilla comenzó a mover la coctelera, y es que todo el peligro rojiblanco acababa en la nada, incluido un palo de Dani Hernández que parecía imposible que no hubiese acabado en gol. Así Rubiato volvió al terreno de juego después de varias jornadas fuera en busca del gol de la victoria que no llegaba.

Quedaba tiempo por delante para culminar la remontada pero los minutos corrían en contra y las cosas no estaban saliendo. El Santa Marta no se rendía e incluso tuvo cerca el triunfo con un gol anulado por fuera de juego que fue muy discutido por las visitantes. La desesperación empezaba a crecer y más viendo cómo los charros destrozaban una y otra vez las llegadas de peligro.

En los últimos minutos se intentó y en la última jugada se logró el agónico triunfo. El autor fue Coque que convirtió en 2-1 la última jugada, un saque de esquina que el salmantino cabeceó hasta el fondo de la red y que valió tres puntos.