Tras su sonrojante derrota en el Ciutat de València ante el Levante (3-1) en Liga, el Barcelona tiene una oportunidad hoy (18:55 horas) de rehabilitar su imagen contra el Slavia de Praga, al que recibe en la cuarta jornada de la Liga de Campeones con el objetivo de encarrilar su clasificación para los octavos de final.

Los azulgranas siguen invictos en esta Champions (dos victorias y un empate) y colideran la competición doméstica, pero su fútbol dista mucho del que se espera de un equipo plagado de estrellas que aspira a todos los títulos.

Ya acabaron pidiendo la hora hace dos semanas en Praga, donde sufrieron lo indecible para derrotar al Slavia a domicilio (2-1). También tuvieron que sudar tinta para doblegar al Inter en el Camp Nou (2-1) y salieron vivos de milagro de Dortmund (0-0).

Que el Barça está jugando con fuego desde hace semanas es una obviedad que hasta jugadores como Ter Stegen o Griezmann han reconocido, por mucho que su técnico, Ernesto Valverde, insista en negar la evidencia, al menos en público, una y otra vez.

Hoy, los azulgranas tendrán una nueva oportunidad de subir el nivel -algo necesario si se quiere ir con garantías por Europa- ayudados por su condición de local, pues el juego del equipo sube algunos enteros en el Camp Nou.

Lo hará, no obstante, sin su "9" titular, Luis Suárez, que se lesionó ante el Levante, y presumiblemente, un partido más, sin el central Samuel Umtiti, que sigue recuperándose de sus problemas en la rodilla izquierda.

El puesto de Luis Suárez en el once debería ser para Dembélé, a quien Valverde no convocó para el último partido de Liga. El resto del once será el habitual, por lo que Jordi Alba y Busquets recuperarán la titularidad en detrimento de Sergi Roberto y Vidal.

Invicto en el torneo liguero y con una ventaja a mitad de temporada de doce puntos respecto al segundo clasificado, el Slavia, por su parte, afronta su duelo en el Camp Nou dispuesto a repetir el buen juego de hace dos semanas ante los azulgranas.

El conjunto checo ha sumado un empate y dos derrotas en la actual edición de la Liga de Campeones, unos resultados que no reflejan el buen hacer de los pupilos de Trpisovsky, que ha levantado la admiración de sus rivales gracias al desborde y a la movilidad de sus laterales Coufal y Boril en una zaga en la que está hoy su gran baja, el central Hovorka.