El Ángel Nieto vivió esta tarde un duelo en el barro entre el colista de la Fase A-B, el Ule León Basket, y el penúltimo de la clasificación, el Caja Rural Zamora (Virgen de la Concha); dos conjuntos que no habían conocido al victoria en las dos primeras jornadas de Liga EBA. La formación local volvió a cosechar otra derrota (66-72) -la tercera de forma consecutiva-, pero quizás lo más preocupante fue la imagen exhibida ante su afición. Los de Nacho Domínguez confían toda su producción ofensiva al lanzamiento de tres y ayer la estrategia salió cruz (6 de 35 en triples). Si bien es cierto que el conjunto zamorano cuenta con verdaderos especialistas desde el perímetro, no siempre se puede vivir del triple y el baloncesto es mucho más que tirar por tirar. El juego interior es una faceta esencial en este deporte y el Virgen de la Concha la tiene arrumbada en el trastero, desterrada de su pizarra.

Desde el inicio del encuentro el conjunto aurinegro intentó implementar su estilo de juego centrado en el lanzamiento desde el perímetro (8 triples intentados en los primeros 10 minutos). En el primer cuarto la fase ofensiva local buscó denodadamente los lanzamientos de tres, mientras que los leoneses filtraban descaradamente balones a sus pívots, cuya ventaja en altura y peso era más que evidente, sobre todo cuando Roberto Cubero, el hombre grande del Caja Rural, no se encontraba en pista. De nuevo, como viene siendo una constante en los partidos del equipo de Nacho Domínguez, el marcador se disparó con un 22-20 al finalizar el primer cuarto. Aleix Pujadas, con siete puntos para los aurinegros, y Janssens, con seis para los visitantes, fueron los hombres con mayor influencia en el periodo inicial.

El segundo cuarto comenzó con la lesión de Maros Martín. El jugador del Ule Basket León sufrió una torsión en su rodilla izquierda que le obligó a abandonar el encuentro de forma prematura.

La escasa producción desde el perímetro por parte de los dos conjuntos comenzó a frenar la anotación en el segundo cuarto, donde ambos conjuntos -especialmente la formación visitante- encontraron muchas dificultades para llevar a buen puertos sus ataques. Kilian Riverol, escolta del Virgen de la Concha, fue la personalidades destacada en la primera mitad del segundo periodo, no tanto por la capacidad anotadora que le caracteriza, sino como por su labor defensiva, en la que se mostró decisivo con varias intercepciones y algún que otro robo. Por parte del equipo leonés Meng y Monchon encadenaron varias acciones de calidad para encadenar un parcial de 0-7 y poner por delante a los suyos 30-31.

Los aurinegros continuaban apostando por el lanzamiento exterior, esta vez de la mano de Alberto Saiz con un lanzamiento frontal, pero una vez más encontraban agua (2 de 14 intentos en 19 minutos de encuentro, un paupérrimo 14% de acierto). Y si los zamoranos atravesaban el desierto desde el perímetro, los amarillos, comandados por Monchon, se entonaban en este apartado con dos triples casi de forma continuada para colocarse 3 arriba a falta de 50 segundos para el final (34-37). Llegaría todavía otra canasta más para los visitantes, que enfilarían los vestuarios ganando 34-39.

Con el inicio del tercer cuarto la cosa no mejoró para el Virgen de la Concha, incapaz de superar la férrea defensa leonesa que se sabía de memoria el ataque aurinegro: falsa entrada a canasta, apertura al exterior y lanzamiento de tres. La táctica no funcionaba, en parte por el desacierto de los exteriores locales, pero tampoco se vislumbraba un plan alternativo desde el banquillo del Caja Rural de Zamora. Parcial de 2-7 (36-46) y a la espera de un milagro.

Un tiempo muerto de Nacho Domínguez y un 100% de acierto desde la línea de tiro libre (con diez lanzamientos anotados) permitieron al Virgen de la Concha seguir en el partido, pero la imagen mostrada por el conjunto aurinegro, más allá de la desventaja en el marcador al finalizar el tercer cuarto (45-59), fue el aspecto más preocupante además de ese horrible 3 de 21 en lanzamiento de tres.

En el último cuarto los locales salieron con una zona que provocó varias pérdidas en la formación amarilla y les granjearon un parcial de 6-1 que volvió a meterlos de lleno en el encuentro. Kilian Riverol, con un triple, por fin, y una bandeja en solitario infundió de esperanzas al Caja Rural de Zamora, que comenzó a creer en la remontada. Un 2+1 provocado por Robertson puso el 57-64 en el marcador, pero el Virgen de la Concha seguía negado en el triple (5 de 29 a falta de 4 minutos) y el ULE Basket León seguía impecable en la defensa de su pintura, donde la dupla Ampomah y Jeng (que además sumaba 21 puntos para los suyos) reinaba con puño de hierro.

Un horrible arbitraje, que hasta llegó a permitir que desde el banquillo leonés se increpara a los jugadores del Virgen de la Concha cuando ejecutaban lanzamientos, acabó por desquiciar a los locales, incapaces de encadenar más de tres juagadas positivas. Flojo partido del Caja Rural Zamora, incapaz de buscar un plan alternativo al lanzamiento de tres, que les costó la tercera derrota de la temporada ante el colista de la liga (66-72)