El Caja Rural se reencontró con la victoria al superar por 3-1 al Atlético Lince, conjunto que acudía líder a la Ciudad Deportiva y que planteó bastantes dificultades al cuadro zamorano. Al menos, hasta una segunda mitad en la que el empuje local acabó por marcar la diferencia.

Comenzaron el choque con mejor tino las visitantes. Su juego rápido y presión alta llevaba al cuadro pucelano a disponer de claras ocasiones, estrellando a las primeras de cambio el cuero en el poste. Sin embargo, la respuesta no se hizo esperar y Caja Rural inauguró el marcador por mediación de Blanca, ejecutora de una astuta contra a una pésima salida de balón por parte visitante.

El 1-0 equilibró la contienda, centrándose en la medular y con esporádicas ocasiones para uno y otro bando. Las de Nacho Merino enviaron un balón al travesaño, mientras que sus adversarias se toparon con el larguero dos veces pero también atinaron a marcar a la media hora de juego en un claro error de la zaga zamorana. Un balón cedido a Sara que Paula, veloz, transformó en el 1-1 con el que se llegó al descanso.

La igualdad del primer acto desapareció en el segundo. El Atlético Lince dio un paso atrás debido a los cambios introducidos por Nacho Merino. La apuesta del técnico dotó de más mordiente a las locales que, a los cinco minutos, volvían a adelantarse gracias al segundo gol de Blanca. Un tanto que espoleó aun más a un Caja Rural que tuvo varias opciones claras de lograr la sentencia antes de alcanzarse el minuto 82, momento en el que la valentía de Lara Pastor originó un robo de balón que Malena, en otro rechace de la portera, convirtió en el definitivo en el 3-1.

Tiró de casta después el líder para evitar ceder su trono pero, con apuros y opciones de aumentar su cuenta, el Caja Rural evitó cualquier sorpresa y cerró el envite.