Ningún rédito obtuvo a su esfuerzo ayer el Caja Rural Amigos del Duero en su duelo con la Ponferradina Femenina, conjunto que parte en todos los pronósticos como su gran rival en la lucha por el título de liga. Las zamoranas, lejos de su mejor nivel pero mostrando más fútbol que las bercianas sobre el verde, cayeron fruto del acierto visitante. Una efectividad de la que careció el cuadro amarillo.

Con las espadas por todo lo alto arrancó el duelo, sin un dominador claro del esférico y escasos acercamientos a ambas áreas. Un guion similar al esperado que invitaba a pensar en la importancia de las acciones a balón parado. Jugadas como la del 0-1, fruto de un saque de esquina en el que la pelota quedó mansa en el área chica para que Nuria la empujara a la red. Lo hizo en posición antirreglamentaria, estando entre la meta Sara y la línea de gol para rematar con una única defensa amarilla bajo la portería, pero el tanto valió igual.

El conjunto de Nacho Merino notó el golpe y tardó en dar inicio a su reacción. Sin embargo, no paró de crecer en su juego hasta el descanso frente a una Ponferradina Femenina ya apostando por el contragolpe. Lo intentaron las locales pero, al descanso, el empate se resistía. Un 1-1 que, por contra, llegó a las primeras de cambio tras el paso por vestuarios en un disparo de María que la zaga leonesa envenenó y envió a la red.

El empate no sació el hambre de las locales y, con los cambios, el conjunto de Nacho Merino fue a más. Incluso tuvo el 2-1 en un par de acciones muy claras, como un córner rematado en el segundo palo que Noa sacó con el pie "in extremis". Pero, inesperadamente, Ponferrada Femenino encontró el contragolpe que esperaba en el minuto 81 para hacer el 1-2 y llevarse los tres puntos en juego.