El Moralejo Selección inició una nueva campaña en Segunda División con una sufrida victoria frente a San Agustín (27-26) en un partido en el que fue de menos a más sin llegar nunca a brillar. Nada le salía bien ayer al filial pistacho ante un San Agustín que vivió de su gran acierto de cara a portería y de las numerosas exclusiones acumuladas por los zamoranos. Sanciones con mención especial para Jaime Gallego que, en área rival, estuvo indefenso ante golpes y agarrones visitantes debido a la negativa fijación por el pivote y su altura de la pareja arbitral. Una dupla con pocas tablas que desquició a la grada.

Con todo, los de Margareto fueron capaces de hacer de tripas corazón y con alguna que otra jugada afortunada llegaron al paso por vestuarios por delante en el marcador tras muchos minutos a la zaga del rocoso San Agustín. Mejoró el juego de los locales tras el asueto. Lo justo como para tomar ventaja gracias al brazo de un Magariño acertado en ataque. Sus diez goles fueron decisivos en una contienda que los zamoranos siguieron sin dominar hasta el final, con pérdidas de balón absurdas que permitieron a los visitantes seguir en el partido y rozar la remontada con una defensa presionante en toda la cancha.