Cayó derrotado 78-90 el Caja Rural de Zamora Virgen de la Concha en su primer partido de la temporada, ante el Gijón Basket, en un choque igualado en el que las defensas inclinaron la balanza en favor de los visitantes. El equipo de Nacho Domínguez ofreció el juego ofensivo espectacular que prometió -anotó la gran cifra de 14 triples-, pero flaqueó en la pintura -especialmente den defensa- y eso le costó la primera derrota del curso ante uno de los favoritos para hacerse con uno de los puestos para ascender a LEB Plata.

Por otro lado cabe destacar que si el pasado curso la afición del Virgen de la Concha disfrutó del "showtime" de un equipo repleto de portentos físicos estadounidenses que cuando conseguían congeniar se podían ver partidos repletos de mates, tiros imposibles y jugadas preñadas de virtuosismo, esta campaña tampoco se lo va a pasar mal con la pizarra de Nacho Domínguez. El entrenador aurinegro ha creado un equipo en el que el pase extra siempre es una opción para encontrar jugadores liberados y sumar mucho lanzamiento, lo que desemboca en partidos trepidantes y marcadores altos que tanto gustan al respetable. Si es capaz de afianzar una defensa tan eficaz como el ataque, el Caja Rural será un candidato serio para colarse en el play-off de ascenso a LEB Plata.

Empezó absolutamente fulgurante el Gijón Basket, uno de los grandes favoritos de la categoría, consiguiendo un 2+1 e imponiendo un ritmo que presagiaría la velocidad que protagonizaría todo el encuentro. Rápidamente el Caja Rural de Zamora se revolvió, y de la mano de Alberto Saiz consiguió recortar distancias con un tiro en suspensión técnicamente perfecto. Un triple de Kylian Riverol y una buena canasta bajo el poste de Pujadas sirvió para voltear el marcador 10-7 a favor del Virgen de la Concha.

Los primeros minutos del equipo del entrenador local Nacho Domínguez confirmarían el juego alegre, veloz y de altas anotaciones que siempre imprime este técnico zamorano a los conjuntos que dirige. La formación aurinegra volaba entre canasta y canasta, y el Gijón decidió doblar la apuesta en este trepidante inicio de encuentro y de liga.

La escuadra visitante presentaba un ataque con muchos jugadores apostados en el perímetro, el ala-pívot Fernando Fernández era un auténtico quebradero de cabeza para los locales -que no sabían si cubrirle el triple o cerrarle la línea de penetración- y un único jugador interior para picar en el poste bajo. Manuel Parada era el encargado de esta función, la cual desempeñó con una gran brillantez; su imponente físico y sus más que depurados conceptos le permitireron a los rojiblancos ponerse tres por delante a falta de 14 segundos para el final. No obstante, el capitán zamorano, Juanma Robles, se inventaría un triple, cuando estaba perfectamente cubierto por su par gijonés, para igualar el marcador en un divertidísimo primer cuarto (22-22).

En el segundo cuarto Nacho Domínguez apostó por la pareja interior Cubero-Queralt, un juego de poste bajo con muchos centímetros que le permitió dominar el aspecto reboteador, un ámbito hasta ahora controlado por los visitantes gracias al gran despliegue del fornido pívot Manuel Prada. Un estilo físico que gusta en Gijón, pues su acompañante en la defensa del poste bajo, Jorge Escapa, también era una roca de importantes dimensiones. El pívot aurinegro, Alberto Saiz, conseguía sacar petróleo en sus acciones ofensivas, pero claudicaba con facilidad ante la diferencia de kilos que había entre los interiores de ambos conjuntos. Cabe destacar que los árbitros se mostraron bastante permisivos, criterio del que se beneficiaron, y mucho, los jugadores más voluminosos.

La primera mitad finalizó con un apretado 41-45, fiel reflejo de lo visto sobre el parqué del Ángel Nieto. El partido era un constante intercambio de golpes en el que cada uno de los dos equipos intentaba catalizar sus puntos fuertes. Por un lado, el Gijón Básket sacaba rédito de sus potentes interiores (14 puntos Fernández y 9 Escapa), amparados quizás por el arbitraje permisivo, y un espectacular 54% de acierto en el tiro. Mientras, el Caja Rural se mantenía a la zaga aupado por su lanzamiento exterior: 7 triples fue la marca local en los primeros minutos, con Juanma Robles y Kylian Riverol como máximos anotadores aurinegros con 10 puntos cada uno.

El Virgen de la Concha salió con una marcha más de los vestuarios y logró voltear el marcador con un parcial de 6-0 (47-45). Los rojiblancos consiguieron rehacerse de la pájara a base de triples y con un Fernado Férnandez imperial tanto en ataque como en defensa. El Gijón Basket logró su máxima distancia del encuentro con un 49-59 que pesó como una losa en los jugadores de Nacho Domínguez. Los visitantes hicieron valer la superior calidad de su plantilla para irse +12 al finalizar el tercer cuarto (52-64).

No le gustó a Nacho Domínguez lo que vio en el campo en ese tercer cuarto, sentimiento que quedó refrendado con la tremenda bronca con la que aleccionó a sus hombres en el cambio de cuarto. Especialmente feo fue el enfrentamiento con el capitán Juanma Robles, con el tuvo un intercambio de opiniones subido de tono. Robles, con 15 puntos, era el máximo anotador del equipo local hasta el momento.

El rapapolvo no tuvo el efecto esperado y los rojiblancos iniciaron el cuarto al mismo ritmo que habían finalizado el anterior, incrementando la ventaja hasta los 15 puntos (57-72). Alejandro Rubiera y Carlos Suárez se sumaron a la fiesta anotadora visitante comandada por el ala-pívot Fernando Fernández, que sumaba 20 puntos en su cuenta particular cuando todavía restaban cinco minutos para el final.

Los gijoneses bajaron el pistón y el conjunto de Nacho Domínguez lo aprovechó para ponerse a solo cuatro puntos a 4:33 del final (70-74). Kylian Riberol y Juanma Robles a base de triplazos volvieron a comandar la ofensiva aurinegra y dieron esperanzas a un equipo que hace tan solo dos minutos estaba absolutamente desesperado.

Cuando Francis Sánchez, entrenador visitante, vio que peligraba la victoria volvio al plan original y reactivó el juego interior con la dupla de pívots poderosos que conforman Parada y Escapa.

El Virgen de la Concha tiene un agujero en la defensa del poste bajo. Alberto Saiz, su jugador interior con más minutos en la cancha, tiene una mano privilegiada y puede castigar al conjunto rival desde cualquier distancia, pero encuentra muchas dificultades para hacerse fuerte debajo de su canasta, cuestión que obliga a los zamoranos a mantener un ritmo de anotación estratosférico puesto que también encaja una importante cantidad de puntos. Quizás una estadística que da buena cuenta de esta situación es la de los rebotes, puesto que Kylian Riverol (un escolta de muy corta estatura) finalizó con cinco rebotes frente a los tres que firmó Saiz.

Por ahí se fue el primer partido de la temporada (78-90), en la que el Caja Rural Virgen de la Concha demostró que puede competir contra cualquiera de la categoría, pero que todavía debe pulir el aspecto defensivo para que luzca su gran ofensiva. En este primer choque los aurinegros consiguieron anotar la importante cifra de 13 triples, pero necesitará sumar desde la pintura (tanto en ataque como en defensa) para ser un candidato firme a los puestos de play-off.