Los salmantinos fueron superiores desde el primer momento a un CD Benavente que en ningún momento tuvo opciones de meterse en el partido. Los 3 goles de Garrido en menos de una hora de juego solventaron un encuentro que destacó en la última media hora por la brusquedad y los piques personales entre jugadores.

En la primera jugada elaborada de los visitantes, Javi se plantaba solo ante Jesús, momento en el que Rodri barría al jugador salmantino y el colegiado señalaba la pena máxima. Corría el minuto 15 de juego y Garrido anotaba el primero de la tarde. Se ponía cuesta arriba un partido que hasta el penalti no se había decantado hacia ningún lado pero que, a raíz del gol, el dominio pasó a ser salmantino.

Cuando el respetable se preparaba para ir al bar, Garrido de diestra, al primer toque sin dejarla caer, ponía el segundo tras un saque de esquina. Jarro de agua fría para los locales que se iban al descanso con dos goles de desventaja.

El inicio de la segunda mitad fue un calco del final de la primera. El 9 visitante conseguía rematar de cabeza un nuevo saque de esquina para anotar el tercero del Peñaranda, y el tercero en su cuenta personal cuando apenas se cumplía el minuto 48 de partido.

Los cambios no consiguieron revolucionar el choque, momento en el que el juego alcanzaba un alto nivel de brusquedad. Continuos parones y patadas a destiempo que derivaron en piques incluso fuera del campo. Pepe por parte local y Chechu por la visitante encaraban el vestuario antes de tiempo expulsados por el colegiado cuando ya descansaban en el banquillo. Tosko, por roja directa también abandonaba el césped antes de tiempo,