El BetanDeal Alefran del River Zamora abrirá hoy una bonita jornada de fútbol sala en el Manuel Camba. Lo hará a las 16.45 horas, frente a Alhambra de Guijuelo en un partido en el que, independientemente del resultado, la afición zamorana experimentará una victoria. Un triunfo que vale más que tres puntos y que tiene un único nombre propio, el de Rubén Cala.

El mítico jugador del fútbol sala zamorano, disputó su primer partido oficial tras más de cuatro años de ausencia el pasado fin de semana y esta tarde, por fín, se vestirá de corto para ejercer como local en la tierra que le adoptó. Atrás queda ya el 18 de abril de 2015, su último partido oficial hasta hace siete días que jugó con la zamarra del FS Zamora. Y es que, pese a comenzar la pretemporada con ese mismo equipo en 2016, Rubén no llegó a poder jugar partido de liga alguno al serle diagnosticado un tumor testicular que le apartó temporalmente de los terrenos de juego en un año en el que el FS Zamora no acabó la competición.

Las muestras de apoyo y cariño fueron innumerables para con un Rubén Cala que se recuperó totalmente tras la operación y pudo volver a hacer una vida normal. Un vida en la que el fútbol sala quedó aparcado, al menos hasta que en verano decidió sumarse al proyecto del club con el que estuvo ligado desde su momentánea retirada, el River Zamora. Una entidad en la que ejerció de técnico para los equipos de categorías inferiores del club y que le convenció de volver a ponerse las botas cuatro años, cinco meses y once días después de su viaje a Gran Canaria con el FS Zamora.

Rubén regresó y, además, dos goles. Hoy vuelve a jugar como local en Zamora, su ciudad de adopción, su casa, en un día que será inolvidable para él y para buena parte de los aficionados locales.