Con varias bajas importantes en sus filas pero empujado por las buenas sensaciones que dejó su debut en la presente edición de la Copa del Rey, el Zamora Rutas del Vino encara hoy un nuevo compromiso liguero con la intención de sumar otros dos puntos a su casillero que le permitan seguir a la estela de los primeros clasificados. Un botín que perseguirá también a partir de las 20.30 horas en el Ángel Nieto un BM Alcobendas dispuesto a hacer valer su condición de conjunto recién descendido de la Liga Asobal.

Si la afición pistacho tuviera que elegir un jugador clave para los esquemas de su equipo este sería, sin duda, Octavio Magadán. El leonés, además de aportar goles, es el cerebro de la ofensiva zamorana y su ausencia condiciona notablemente el juego del Zamora Rutas del Vino.

El magnífico central, lesionado en el primer envite liguero, no estará hoy sobre el 40x20. Y lo que es peor, el que venía siendo su sustituto natural, tampoco. Raúl Maíde, que había firmado una notable pretemporada y que en Málaga tuvo buenos minutos de central, se lesionó en territorio andaluz. Eso sí, su baja se prevé menos extensa que la de Octavio.

El problema en la dirección del juego, sin embargo, no es insalvable. Leo Álvarez cuenta en sus filas con Iñaki, que ya tomó el peso de la ofensiva en Málaga durante 50 minutos, ha lucido muchas veces en esa posición y mejor que nadie a su equipo. Además, también cuenta con Jortos, líder natural del plantel que tampoco se queda corto de experiencia para asumir el reto del central. Pero, por encima de nombres, está la siempre conocida filosofía "pistacho" de trabajar en equipo y paliar entre todos los jugadores cada apuro que se presente. Una idea difícil de ejecutar esta tarde dado el rival de turno.

BM Alcobendas llega tras descender de Liga Asobal y allí es donde aspira a estar cuanto antes. Para ello, y pese a un cambio de fichas importante, ha conformado un equipo "ordenado, fuerte y disciplinado" en su parcela defensiva y "vistoso, grupal y talentoso" en ataque, según señaló antes del envite Leo Álvarez.

Un adversario peligroso que cuenta con hombres de la talla del incombustible Álvaro De la Rubia, al hábil cancerbero Adrián Eceolaza o el brazo de Manuel Catalina, figuras a las que suma jóvenes talentos que le permiten ser intenso en cada acción y vivaz sobre el parqué a la hora de buscar la meta contraria.

Dadas estas armas y sus propios hándicaps, el Zamora Rutas del Vino deberá buscar hoy crecer desde atrás. Levantar una vez más en el Ángel Nieto su particular muro en defensa, donde no tiene ninguna baja, y sacar partido de la velocidad y calidad de sus extremos. Buscar ese contragolpe que tantas alegrías le ha dado y que hace menos acuciante cualquier ausencia en primera línea.

Si hace de su meta un objetivo casi inalcanzable para los madrileños y es capaz de marcar el ritmo evitando las tan lesivas pérdidas de balón, Zamora Rutas del Vino pondrá en aprietos a su rival. Y en el Ángel Nieto, conseguir eso es el primer paso hacia el éxito.