El Zamora CF sigue demostrando que este año es claramente superior a sus rivales, incluídos los teóricamente favoritos al play off que no se le daban tan bien en la pasada campaña. Hasta el momento, han pasado por la piedra ya varios de los que deben ser sus rivales directos en la lucha por el play off como son la Segoviana, el Astorga o ayer el Real Ávila, y el próximo domingo llega la verdadera prueba de fuego con la visita al Numancia B.

Hasta el momento, el equipo de David Movilla desconocía lo que era ir por detrás en el marcador en las seis jornadas anteriores pero en sólo ocho minutos se rompió esta brillante racha, y no por métido de su rival, sino por un desajuste en una defensa que a partir de ese momento daría todo un recital de conjunción y eficacia. Pero esta circunstancia adversa duró muy poco, tan sólo los siete minutos que tardó el equipo de Movilla en fabricar dos ocasiones, y en la segunda, Rubiato acertaba en un lanzamiento afortunado. El partido dejó de tener interés en ese momento porque la superioridad del Zamora era evidente y tan sólo era cuestión de acertar con las oportunidades que se iban sucediendo una tras otra.

David Movilla presentó ayer un equipo que funcionó a la perfección, salvo el citado error en el gol visitante. Mantiene el técnico vasco su confianza en la cobertura que repite machaconamente desde el comienzo de la Liga, y mantiene también la confianza en sus pivotes, Carlos Ramos y Juanan. Este último ofreció ayer en el Ruta toda una exhibición de poderío físico que arruinó todas las intenciones que traía a Zamora el Ávila de intentar arrebatarle la posesión a su rival.

Y en la vanguardia, esta vez funcionó a la perfección el carril derecho con buenos desdoblamientos de Parra y Garban, que generaron innumerable balones para que Rubiato, Dani y Escudero se hartasen de rematar aunque no siempre con acierto. Fue un partido de esos en los que da la sensación de que tu equipo juega sobrado, aunque en la realidad, los jugadores sudaron la camiseta como nunca para alcanzar ese 4-1 final.

La superioridad zamorana fue clara en todo momento y se tradujo en numerosas ocasiones ante un Ávila que no tuvo capacidad para crear peligro y acusó las importantes bajas en su plantilla, entre ellas la del zamorano Jesús Garreta o del ex del Villaralbo Diego Ortiz, piezas fundamentales tanto en la defensa como en la creación en el centro del campo.

La superioridad táctica del Zamora quedó patente desde los primeros minutos en los que ya pudo marcar Escudero en un "mano a mano" con el portero Alberto que falló por muy poco, pero el Ávila demostró que no se iba a arrugar por el fulgurante comienzo de su rival y tras recuperar el balón en el centro del campo, Jorge Sánchez se fue hacia la portería y cedió a Rubo para que marcase sobre la salida del portero con un potente tiro raso.

Lejos de acusar el "palo", el Zamora se recuperó de forma casi inmediata del gol en contra y, en menos de dos minutos, ya había creado una nueva acción de peligro en una combinación de Escudero y Garban que culminó Dani con un remate desde cerca pero el balón salió desviado. Y las aguas volvieron a su cauce cuando corría el minuto 15, y Dani Hernández era desplazado por un defensa dentro del área en un claro penalti que el árbitro no señaló, aunque el balón llegaba a Rubiato que marcaba el gol del empate con un tiro desde cerca que entró en la portería tras rebotar en un defensa.

El partido se enfrió bastante con el gol del empate y hasta el minuto 41 no llegaría la siguiente ocasión que volvió a ser zamorana. Esta vez fue Dani el que daba un pase de ensueño a Parra, pero el lateral, casi sin ángulo, disparó a las manos del portero Alberto. Y cuando ya se daba por hecho que el empate duraría hasta el descanso, Garban se escapaba por la derecha y su centro lo transformaba en el 2-1, Escudero, desde cerca. El Ávila no varió para nada su actitud al reanudarse el partido, por lo que el Zamora siguió siendo el que tenía el balón y lo llevaba sin grandes problemas al área visitante como lo hizo Parra con un centro que cabeceó magníficamente Rubiato, aunque el balón salió rozando el segundo palo. El Ávila renunciaba al ataque, pero en defensa no estaba fino, como quedó patente en la jugada del tercer gol en la que Rubiato aprovechó la indecisión de los abulenses para marcar desde muy cerca.

Las ocasiones del Zamora se siguieron sucediendo pero ni Escudero ni Vallejo acertaron y hubo que esperar al minuto 70 para que llegara la primera del equipo visitante en un córner que Llorián remató alto. La clara superioridad del Zamora se mantuvo y Dani obligó a lucirse a Alberto en un remate solo desde el punto de penalti y en la acción siguiente llegaba el cuarto gol zamorano, esta vez, obra de Vallejo en un disparo dentro del área.