El CD Villaralbo puso ayer fin a su mal inicio liguero sumando sus tres primeros puntos al conseguir imponerse en casa al CD Mojados en un partido que los hombres de Mario Prieto decantaron en la segunda mitad gracias a dos grandes goles de Noel y Viti.

Consciente de su necesidad por inaugurar cuanto antes su casillero, el Villaralbo encaró el partido dispuesto a dominarlo desde el primer minuto. Sin embargo, y pese a contar con un once experto sobre el campo, tardó en conseguir su propósito. Principalmente porque, a lo largo del primer acto, su rival concedió pocas ocasiones.

Transcurrieron los primeros cuarenta y cinco minutos sin apenas oportunidades de gol. Algún centro aislado que Noel no llegó a rematar fue lo más peligroso que generó un Villaralbo que tan solo sufrió atrás a balón parado. Por ello, no fue de extrañar que al paso por vestuarios el 0-0 se mantuviera en el marcador.

El guión del duelo, de brega y escaso fútbol, varió en la reanudación. El Villaralbo se puso las pilas y pasó a buscar bajo nuevas fórmulas la meta rival, un cambio que inició Fradejas con un gran disparo desde la frontal a los cinco minutos y que sentó a las mil maravillas a los azulones.

La estirada del meta rival evitó el primer tanto del envite pero no desanimó a un Villaralbo que avisó con un cabezazo picado de Viti antes de abrir el marcador al paso por la hora de juego.

Rondaba el gol el cuadro de Prieto cuando, por sorpresa, Noel hizo gala de su calidad para dar premio a los suyos. El delantero convirtió un mal pase en un control sutil y supo rectificar para enganchar una prodigiosa volea que superó por alto al cancerbero del CD Mojados. Una inesperada obra de arte que premiaba el mayor ímpetu de un Villaralbo que había ido de menos a más.

El gol, sin embargo, espoleó a los visitantes. El Mojados se acercó con peligro a la meta de un seguro Ángel para rozar el empate en una carambola que cerca estuvo de convertirse en un tanto en propia puerta. Un susto del que el Villaralbo se rehizo en un rechace que Noel, desde el costado izquierdo, convirtió en un centro preciso para que Viti sentenciara el envite. Un duelo que acabó con el Mojados volcado estérilmente sobre el área local y repartiendo patadas.