El belga Philippe Gilbert (Deceuninck Quick Step) hizo doblete en Guadalajara con un demoledor remate al esprint en la recta de meta ante el irlandés Sam Bennett, en una jornada supersónica y marcada por el viento, disputada a 50,6 kms/hora, que mantuvo al esloveno Roglic de líder y alzó a Nairo Quintana al segundo puesto de la general. Gilbert, de 37 años, el mejor clasicómano del ciclismo moderno, tiró de experiencia para imponerse con autoridad en la meta de Guadalajara, tras responder a la arrancada lejana de Bennett, el más rápido entre los 26 corredores que formaron la escapada definitiva.

Entre los expedicionarios llegó a 10 segundos de Gilbert el colombiano Nairo Quintana, el mejor clasificado de la fuga, séptimo a 7.43 de Roglic. El retraso de 5.29 minutos en meta del grupo de favoritos dieron la vida al boyacense, con un espectacular salto al segundo puesto de la general a 2.24 de la Roja.

Un movimiento sísmico que azotó el podio en sus plazas secundarias y que pone el interés para la jornada de la sierra madrileña de hoy. Roglic mantuvo las diferencias después de sobrevivir en solitario en un grupo perseguidor donde el Astana favoreció sus intereses tirando a bloque, evitando que Quintana se pudiera incluso de líder.

Alejandro Valverde cedió su puesto a su compañero y pasó al tercer escalón a 2.48, mientras que el joven esloveno Tadej Pogacar fue desplazado del cajón, ahora cuarto a 3.42 y el colombiano "Supermán" López quinto a 3.55.

Lo pasó mal Roglic, pero comentó en meta que no me asustó y se dedicó a mantener la calma rodando a tope. "La Vuelta es imprevisible y habrá una gran batalla en Madrid y Ávila". Que se haga a la idea el líder, aislado en la etapa maratón de la 74 edición, la única que pasa de los 200 kilómetros.

Una jornada sin puertos que se disputó a más de 50 por hora y un adelanto en meta superior a la hora. El viento metió el susto en el cuerpo al pelotón. Soplaba a tope en la salida burgalesa y durante 130 kilómetros de costado.

La escapada de 28 hombres fue de gran calado. Allí estaba medio Movistar con Quintana, Luis León Sánchez y Gorka Izagirre del Astana, 7 del Deceuninck, mayoría absoluta, con el "zorro" Gilbert entre medias. Sin embargo, el Jumbo de Roglic no mandó ningún emisario. Cuando el crono marcaba un retraso de 6 minutos el pelotón se inquietó. Jumbo y Emirates empezaron a preocuparse y siempre a ritmo frenético fue condenado a perseguir a un numeroso grupo que volaba aún más, en ocasiones con el viento favorable.

La etapa fue una especie de inmensa crono por equipos dividida en dos bloques, un sálvese quien pueda contra el viento y una guerra sin cuartel poco usual en el previsible ciclismo actual. En el segundo grupo Roglic se quedó sin compañeros, lo mismo que Pogacar. Una situación con aroma caótico que libró el líder gracias al trabajo del Astana, tirando a saco con hasta 5 hombres. "Astana le ha salvado al líder, totalmente", resumió en meta Alejandro Valverde.

La Vuelta puede ofrecer sorpresas. Quedan las etapas de Madrid y Ávila.