El esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma) afronta como líder sólido y con buena renta las últimas etapas de la Vuelta, en las que Alejandro Valverde, desde la segunda plaza, estará al acecho ante la posibilidad de que la sierra de Madrid y Ávila aporten nuevas leyendas de vencedores y vencidos. "La sierra de Madrid ha enterrado a mucha gente, que se lo pregunten a Dumoulin". Palabras del manager del Movistar Eusebio Unzue, quien admite la superioridad hasta ahora de Roglic sobre el resto, pero recordando a la vez que la tercera semana de Vuelta puede provocar vuelcos en la genera. En teoría no es lo más probable, pues Roglic sacó petróleo en su terreno contrarreloj en Pau y en la montaña ha estado con los mejores. De ello se deduce los 2.48 minutos que aventaja a Valverde, su principal amenaza, a los 39 años, 17 años después de su debut en la Vuelta, aún dando guerra como primer español clasificado. Si difícil será la semana para el esloveno, más lo será para sus rivales. Un podio sería un buen regalo para Valverde, pero el arcoiris del pelotón se refirió en la jornada de descanso "a las posibilidades de aspirar aún a todo".

Y en el resto de candidatos la opción es agarrarse al zafarrancho de combate en escenarios de leyenda, como la sierra de Madrid y Ávila. El UAE Emirates tiene a la perla eslovena Tadej Pogacar, de 20 años, dispuesto a litigar con Valverde por el segundo escalón, que lo tiene a 54 segundos. Y el juvenil no es de los que se cortan ante las figuras del pelotón.

Y el Astana, el equipo que encumbró a Fabio Aru en Madrid la víspera del final destronando a Dumoulin en 2015, quemará las naves en las montañas del Sistema Central. Miguel Ángel "Supermán" López no ha dicho la última palabra.