Polonia se presenta hoy como el último obstáculo en el camino hacia las semifinales de una España obligada, si quiere evitar sustos, a consolidar el nivel alcanzado en la fase de grupos frente a Italia y Serbia y a mantener su consistencia defensiva. El valioso triunfo frente a los serbios evitó a Argentina en el cruce de cuartos y envió a los hombres de Sergio Scariolo a la ciudad de Shanghái, donde se verán las caras ante una de las grandes sorpresas del Mundial, un equipo polaco que se coló entre los ocho primeros tras más de medio siglo ausente de la competición. Solo España llega invicta a la eliminatoria tras despachar sucesivamente a Túnez, Puerto Rico, Irán, Italia y Serbia, mientras que su próximo rival superó a Venezuela, Costa de Marfil y China, sorprendió a Rusia en la segunda ronda y perdió con contundencia frente a Argentina en su última comparecencia.