Comedido, cauto y reflexivo. La sala de prensa del Zamora CF vio a un David Movilla en su plenitud; es decir, tranquilo. La temporada cambia, el Zamora se renueva, pero su entrenador mantiene el mismo discurso sosegado y lejos del paroxismo. Ni elogios, ni críticas exacerbadas. Siempre en el medio, que dicen que es donde se encuentra la virtud.

En su habitual tono reservado, el técnico vasco señaló al finalizar el encuentro que se siente "satisfecho con el partido y los jugadores, pero nos vamos con un sabor amargo por la lesión de Garban".

Dolencia en la que abundó el entrenador rojiblanco indicando que el daño se ha producido en el hombro y, de momento, no se descarta que se haya producido una "rotura de fibras".

Incidiendo sobre la condición física, Movilla afirmó quedar "sorprendido por el despliegue físico acometido por el equipo a las alturas de temporada en la que nos encontramos".

En lo que respecta al liderato conseguido por el conjunto, el vasco restó importancia al asunto e indicó que la clasificación la mirará "cuando importa, en mayo".

Interpelado por el estilo de juego que implementará el Zamora durante esta temporada, el entrenador del Zamora CF afirmó que su equipo siempre juega "para adaptarse al rival" y que "jugar bien consiste en efectuar un estilo directo, vertical o asociativo" cuando el partido lo reclame para conseguir la victoria".