La Cebrereña, equipo descendido la pasada campaña de Tercera División, sucumbió ayer ante el empuje de un CD Villaralbo que supo brillar bajo oscura tarde en "Los Barreros" y ganar por 1-0 a los verdiblancos a pesar de su calidad y de la siempre molesta lluvia.

Los visitantes, rival a batir en el Grupo A de la Regional de Aficionados, eran un exigente test para la plantilla que dirige Mario Prieto. Una prueba que superaron con notable éxito no solo por el marcador final, sino también por las buenas sensaciones que transmitió a la centena de aficionados que se acercaron a ver el envite.

Los azulones estuvieron muy sobrios en la primera mitad. David apenas tuvo que intervenir bajo palos en una contienda muy física, con ambos equipos buscando el área rival sin demasiada claridad. Una batalla constante en la que los locales tuvieron dos o tres ocasiones para abrir el marcador y, la Cebrereña, una clara en botas de Terleira para el 0-1 justo antes del descanso.

El juego de equipo e intensidad villaralbina tuvieron premio en la segunda parte. La recompensa llegó primero en un balón parado que, en segunda jugada, acabó en las mallas visitantes.

Victoria de prestigio y cargada de moral para un Villaralbo que, poco a poco, avanza en su construcción. Un proceso que vivirá esta semana un paso importante pese a la suspensión del encuentro fijado contra Fresno de la Ribera. La siguiente cita de los de Mario Prieto será el próximo sábado en Benavente.