El Zamora CF no pudo iniciar mejor la liga 2019/2020 en Tercera División. La formación de David Movilla, con una cara absolutamente renovada, doblegó a una Gimnástica Segoviana excesivamente errática en defensa, debilidad que le valió para perder 3-0. Jon Villanueva, con tres intervenciones milagrosas, fue fundamental en la victoria rojiblanca. La primera piedra para lograr el ascenso se cimentó en una noche pasada por agua en la que el cielo zamorano no dejó de descargar en casi todo el partido.

El partido comenzó intenso en ambas áreas, los dos conjuntos, que se postulan como candidatos para obtener el título de liga, no querían dejar pasar ni un solo segundo para herir a su rival e iniciar esta primera jornada con victoria. Tras unos primeros compases algo desacertados por parte de ambas escuadras, el Zamora tomó la batuta del encuentro y empezó a acercarse a la portería de Christian. El juego por banda derecha fue la forma elegida por los rojiblancos para intentar progresar. Parra, con incursiones desde el campo local, y Carlos Ramos, que se descolgó por ese costado en los primeros compases del encuentro, consiguieron varios saques de esquina que los atacantes zamoranos no atinaron a rematar.

Rondaba el minuto diez de encuentro y a la Segoviana, como ocurrió con una parte de la iluminación situada encima de referencia, se le apagaban las luces. El empuje local, siempre por bandas, había conseguido acular al equipo hoy vestido de rosa. El Zamora CF atacaba con una disposición de 4-1-4-1, con Carlos Ramos de ancla en la medular y Vallejo incrustado en tres cuartos junto a Garban, Dani y Escudero. Rubiato ocupaba la posición de nueve, peleando constantemente con los dos centrales rivales.

Por su parte, la Segoviana se mantenía firme en fase defensiva y aprovechaba las pérdidas del conjunto de David Movilla para salir en tromba hacía el área de Jon Villanueva. Una falta al borde del área rojiblanca, ejecutada por el lateral izquierdo Rubén, fue la ocasión más peligrosa para la Segoviana en los primeros 20 minutos de juego. Por su parte, el Zamora insistía sin mucho acierto por las bandas y Rubiato se empezaba a desesperar.

Curiosamente, en la siguiente jugada la formación local aprovechó una pérdida en salida de balón de la Segoviana para que Dani Hernández filtrara su primer balón por el interior que recibiría Garban, el cual controló y con sangre fría acertó a colar entre las piernas del guardameta visitante. Corría el minuto 22 de la primera parte y el Zamora anotaba su primer gol de la temporada 2019/2020. 1-0.

El primer revés para la formación de David Movilla llegó a la media hora de partido. Garban, autor del único tanto del partido hasta el momento, sufrió un encontronazo con un jugador de la Segoviana y se lastimó en la clavícula, con tan mala suerte que tuvo que abandonar el campo entre lágrimas. Sergio García sustituyó al goleador zamorano situándose en banda derecha.

Mientras tanto, la Gimnástica Segoviana intentaba, a trancas y barrancas, acercarse al área de la escuadra rojiblanca, pero la dupla de centrales Piña-Asiel se mostraba infranqueable y Villanueva era un mero espectador de lo que ocurría en el Ruta de la Plata. El único recurso de los fosforitos era intentar disparos desde larga distancia que no conseguían intimidar al portero rojiblanco.

Ya en el tiempo de descuento, cuando ambos equipos parecían comenzar a resentirse de la falta de ritmo competitivo, Dani Hernández aprovechó otro robo en la salida de balón de la Segoviana para plantarse delante de Christian y batirlo para poner el 2-0 en el marcador.

Tras el tiempo de descuento, la Segoviana salió con fuerzas renovadas y en apenas tres minutos de juego la formación visitante puso en apuros a Jon Villanueva en dos ocasiones. En la primera, un disparo desde la frontal obligó al meta rojiblanco a despejar por línea de fondo. A la salida del córner, Javi Calleja tuvo una triple ocasión que acabó mandando a las nubes después que el cancerbero local interceptase sus dos primeros lanzamientos a bocajarro.

El Zamora no se dejó amilanar y mantuvo el empuje de la primera mitad. Asiel, a la salida de un córner a favor, y Rubiato tras un centro por banda izquierda de Escudero, pudieron ampliar la ventaja local y sentenciar el encuentro, pero la velocidad del balón -cargado de agua por la tormenta que alternó precipitaciones durante el encuentro- les jugó una mala pasada a central y delantero.

Tronaba el cielo y el fondo sur se hacía eco. La afición rojiblanca apoyaba a su equipo cuando, en el minuto 58, de nuevo apareció Jon Villanueva para salvar la noche. Una vez más, el cancerbero rojiblanco realizaba una doble parada a los atacantes de la Segoviana. El Zamora había sido mejor hasta el momento, pero sin Jon Villanueva bajo palos la ventaja sería mucho más exigua.

El entrenador visitante, Manu González, buscaba un revulsivo en el campo e introdujo a Elías y Gómez. Se acercaba el minuto 70 de juego y el conjunto rosa encadenaba llegadas, más por empuje y garra que por un juego excelso. Mientras, David Movilla, que se percataba de la situación se desgañitaba en la banda intentando organizar a los suyos y, quizás, pensando en introducir alguno de los dos cambios que le restaban para dar piernas a un más que evidentemente cansado Zamora CF.

La Gimnástica Segoviana, que se había hecho con la posesión de la pelota pero no con el dominio del encuentro, insistía en salir jugando desde atrás. Se nota que el técnico visitante quiere implementar este sistema y que todavía requiere de mucho trabajo, pero sus centrales mostraban evidentes dificultades para ejecutar el plan.

La guinda del pastel que horneó esta noche el Zamora CF llegó en el minuto 82, en una contra surgida de un córner en contra, y dirigida por Sergio García, Escudero se plantó en el área rival y delante del portero, que salió a cubrir la incursión del fichaje rojiblanco, ejecutó una perfecta vaselina que sumó el tercer tanto al electrónico. 3-0 y presentación inmejorable de un Zamora que vive, come y duerme pensando solo en ese ansiado ascenso a Segunda B. El sueño empieza bien.