El piloto español Álex Rins (Team Suzuki Ecstar) se llevó este domingo la carrera de MotoGP en el Gran Premio de Gran Bretaña, duodécima cita del Campeonato del Mundo de motociclismo, con una ventaja de apenas trece milésimas sobre su compatriota Marc Márquez (Repsol Honda), quien pese a todo ha dejado casi sentenciado el título a su favor tras la caída del italiano Andrea Dovizioso (Ducati).

Nada más apagarse los semáforos en el circuito de Silverstone, Dovizioso se colocó en el lado izquierdo del trazado y sin buscarlo sufrió un feo accidente, al verse arrollado sin remedio por el francés Fabio Quartararo (Petronas Yamaha SRT). Fue un arranque atractivo, como augurio del desenlace taquicárdico que hubo luego en meta.

Una vez superado el susto, la afición del circuito británico se centró en la intensa pelea que tenía Márquez con su compatriota Álex Rins. Obtener los 25 puntos de la victoria era entonces un magnífico botín para el de Cervera, por lo que aumentó su ritmo hasta batir varias veces el récord de la mejor vuelta sobre el asfalto de Silverstone. A cada arreón suyo, Rins replicaba con otra nueva plusmarca.

Por otro lado, Maverick Viñales (Monster Energy Yamaha) defendía su tercera plaza frente a los ataques de su compañero de escudería, un Valentino Rossi que perdió el fuelle del comienzo hasta ser cuarto en meta.

A solo dos vueltas para el desenlace, Rins sacó las últimas fuerzas y adelantó a Márquez, pero el vigente campeón devolvió el golpe. Ese duelo favoreció a Viñales, que se les echó encima y fue testigo de lujo para el triunfo definitivo del barcelonés, a raíz de una ofensiva por dentro de la trazada y que batió a su rival en un final de infarto.