Con la alegría del bronce de Carlos Garrote fresca en la memoria, los aficionados zamoranos al piragüismo esperaban ayer ver como dos de sus compatriotas cerraban a lo grande el Mundial de Aguas Tranquilas disputado en Szeged (Hungría). Una cita que llegaba a su desenlace con Dani Abad (Fluvial Villaralbo) y Eva Barrios (Durius Kayak Tecozam-Viajes Sanabria) inmerso en la lucha por las medallas en dos de las regatas decisivas y que acabó con ambos fuera del podio. Un final triste para su esfuerzo bajo la bandera de la selección española.

Abad terminó quinto junto a Juan Oriyes en la gran final del K-2 200 metros y Eva Barrios fue décima en el K-1 5.000 metros. Dos resultados que dejaron dos sensaciones completamente diferentes en el paladar de la afición.

El primero en entrar en acción en la jornada final del Mundial fue Daniel Abad. Lo hacía en una regata en la que partía ocupando la séptima calle, al lado de los grandes favoritos como los alemanas Stroinski y Haseleu, los locales Balaska y Apagyi o los galos Le Gall y Le Moel. Un cartel de adversarios temibles que no intimidó a la dupla española.

Oriyes y Abad arrancaron la final con un ritmo eléctrico. Su fulgurante salida pronto los colocó en puestos de podio, pasando por los 50 primeros metros en tercera posición. Una plaza que mantendrían a base de tesón y una enérgica palada hasta que llegó el ecuador de la prueba cuando todo comenzó a igualarse.

Los grandes favoritos subieron una marcha y tanto Abad como Oriyes buscaron defender con todo su posición. Al final, la llegada a meta no pudo ser más igualada con hasta seis embarcaciones cerrando su concurso casi a la vez. Una situación que hizo que las posiciones finales se adjudicaran por diferencias milimétricas.

Abad y Oriyes, brillantes hasta el final en aguas húngaras, acabaron finalmente en quinto lugar. Una posición alejada del podio, sí, pero que ocuparon perdiendo únicamente 0,37 segundos con la embarcación ganadora de los rusos Svab y Bisicky. Así pues, el resultado, era más que positivo pese a no llegar a subir al podio.

Sensaciones bien diferentes dejó el concurso de Eva Barrios por la tarde en la final de K-1 5.000 metros. Una prueba en la que la zamorana buscaba quitarse la "espinita" de los sucedido en las semifinales del K-2 200 metros junto a su compañera Laura y la decepción de la final K-1 1.000 metros del sábado.

Motivada y dispuesta a demostrar su calidad inició la última de las regatas en Szeged la palista del Durius Kayak. Sin embargo, ayer tampoco tuvo su día y acabó viéndose relegada a un segundo plano en la prueba ganada por Bodonyi.

La húngara, otras de las principales favoritas, no dudó en asumir el peso de la prueba desde el inicio junto a una Eva Barrios que no perdía comba en los primeros metros. Situada en tercer lugar, la zamorana parecía estar dispuesta a llegar dentro de la lucha por los metales al final pero no fue así. Antes de la primera ciaboga, el barco de Bodonyi hizo un extraño y sacó de trazada y ritmo a Barrios. El lance permitió a varias rivales pasar por delante en este tramo tan decisivo y conformar un grupo de cabeza que rompió pronto la regata.

Barrios, en el grupo perseguidor, nunca perdió de vista a las palistas de cabeza pero fue incapaz de reducir distancias en las siguientes vueltas. Todo lo contrario, la renta de las grandes favoritas fue aumentando hasta una última vuelta en la que Bodonyi se jugó el oro con la alemana Merdert y la bielorrusa Litvinchuk, segunda y tercera clasificadas.

Al final, 50 segundos más tarde, Eva Barrios cruzaba la meta por detrás de la desfondada Cicali, despidiéndose de Szeged sin un metal que no dejó de perseguir con esfuerzo pero que, esta vez, no tuvo opción de conseguir.