Eva Barrios no consiguió lucirse en la final del K-1 5.000 metros del Campeonato del Mundo de Aguas Tranquilas disputado en la localidad húngara de Szeged y acabó lejos del podio una prueba que tuvo su ganadora en la húngara Bodonyi.

La palista zamorana, tras quedar séptima en la final individual de los mil metros, salió a competir dispuesta a darlo todo en una multitudinaria y exigente prueba con varias de las mejores palistas del panorama internacional. Prueba de ello fue que, tras el primer minuto de la prueba, Barrios ya se situaba en tercer lugar siguiendo el ritmo de la húngara Bodonyi que marchaba en cabeza.

Barrios nunca bajó en este inicio de la cabeza de la prueba, si bien un extraño movimiento de la palista húngara hizo que antes del paso por la primera ciaboga se viera relegada unas cuantas posiciones por detrás de las primeras palistas. Un tramo complicado que acabó rompiendo la prueba, con cinco rivales separadas de un segundo grupo en el que se encontraba la de Durius Kayak.

Varias palistas trataron de volver a engancharse a la disputa por los metales dada la dificultad del remo en la recta de contrameta. El oro estaba entonces entre cinco embarcaciones, con Eva Barrios sita más atrás, en otro grupo de cuatro participantes que perdía algunos metros respecto a la lucha por las medallas.

La primera vuelta concluyó con la italiana Cicali al frente de la prueba, junto a las representantes húngara, alemana y bielorrusa en un grupo que tomó la segunda ciaboga sin perder un segundo y sin dejar entrar en concurso a sus inmediatas perseguidoras entre las que se encontraba Eva Barrios. La zamorana, bastante rezagada a los diez minutos de prueba, debía apurar para recortar diferencias si quería luchar por los metales.

Al término de la segunda vuelta de carrera, en cabeza de la regata, el grupo de cinco palistas con opciones se había ampliado a nueve como también la distancia con el resto de participantes. Barrios, lejos de todas ellas, parecía ya no contar para la lucha por el podio en un último giro al campo de regatas en el que tendría que recuperar varios metros para soñar con un metal.

Tras más de un cuarto de hora de duro esfuerzo, daba comienzo la penúltima vuelta al campo de regatas sin Barrios situada entre las favoritas a la victoria. La pelea por la gloria, con la húngara Bodonyi y la alemana Medert peleando milímetro a milímetro por el oro, siendo las principales referencias en la lista de candidatas que también contaba con Cicali y Litvinchuk.

En el último giro, Bondonyi, Medret y Litvinchuk buscaron la gloria en Szeged con la local dominando en la brega frente a la alemana y la bielorrusa en un sprint final que acabó con la húngara conquistando el oro por delante de la teutona y la palista del Este.