El Rutas del Vino de Zamora prosiguió ayer con su puesta a punto de cara a una nueva temporada en División de Honor Plata con la disputa de su tercer encuentro de pretemporada. Un duelo en el que midió fuerzas con el Atlético Valladolid de Liga Asobal y que concluyó con el marcador de 33-30 en favor de los pucelanos y que no deja malas sensaciones en el bando pistacho.

Los zamoranos, que apenas 48 antes habían disputado un duelo de bastante intensidad frente a Villa de Aranda, consiguieron rehacerse de la derrota sufrida en tierras burgalesas y plantaron cara un adversario de potencial superior al que tuteó en el Huerta del Rey.

El Rutas del Vino firmó un notable primer tiempo, entablando sin reservas un intercambio de goles con su rival. Un adversario que, si bien llevó la voz cantante en el luminoso, nunca consiguió distanciarse de los zamoranos.

El paso de los minutos dejó claro que el envite sería a muchos goles, sensación que se confirmó cuando al paso por vestaurios el marcador ya reflejaba 35 tantos. Una cifra repartida casi equitativamente entre dos buenos equipos cuyas costuras defensivas quedaron expuestas (18-17).

En la segunda mitad, el ritmo anotador descendió notablemente. El cansancio y el paso adelante de ambas defensas dio lugar a un guion de juego diferente en el que Rutas del Vino de Zamora consiguió incluso llegar a ponerse por delante.

Sin embargo, como ocurriera ante Villa de Aranda, esa situación duró poco. El Atlético Valladolid firmó rápidamente un buen parcial a su favor para retomar la delantera y frenar el ímpetu de un conjunto zamorano que amagó durante todo el tramo final con dar la sorpresa en Huerta del Rey. Un pabellón que los de Leo Álvarez abandonaron con derrota pero con buen sabor de boca (33-30).