"Mi vida gira en torno al paraduatlón. Vivo por y para ello", declara el zamorano Iván Heras. Para quien no le conozca, uno de los mejores paratriatletas del panorama nacional. En su palmarés, el joven de 31 años posee varios campeonatos de España de paraduatlón y un subcampeonato de Europa con tan sólo algo más de un año practicando este deporte, para muchos, desconocido.

"Jamás pensé que iba a llegar a conseguir todo lo que he alcanzado. Yo, como casi todo el mundo que no tiene ninguna relación con el deporte adaptado, pensaba que era un juego. El primer año fue un golpe duro. Llegué a un Campeonato de España de paraduatlón con tan sólo cinco meses en la silla y quedé penúltimo. Yo pensaba que era un entretenimiento, pero, en realidad, me encontré un nivel realmente alto, lo que me sorprendió mucho", manifiesta Iván, que vio como su vida pegó un giro radical cuando sufrió un accidente, hace cuatro años, con su moto, que le obligó a pasar el resto de su vida atado a una silla de ruedas.

"El paraduatlón me lo ha dado y me lo da todo. Cuando te pasa una cosa como la que me pasó a mí, tu vida se queda en el aire. No sabes hasta dónde va a ir, qué hacer, qué no hacer... A mí este deporte me ha permitido rehacer mi vida", afirma el joven zamorano. Y es que, para llegar a donde ha llegado, Iván ha tenido que pasar por varios momentos, buenos y no tan buenos. "He ido pasando etapas, unas con más dificultad, otras con menos. Pero bueno, todo ello me ha llevado a estar donde estoy. Ahora mismo, a las puertas de entrar en la clase mundial. Oportunidades como estas no se dan todos los días y tengo que aprovecharlas".

A pesar de todas estas trabas, el joven zamorano nunca ha pensado en dejarlo. "Es cierto que hay momentos bastante duros. Cuando llegué del mundial en el que me retiré estando en el podio, dije que no quería volver a ver más una bici en toda mi vida. A los dos días, ya estaba entrenando. Hay días buenos y malos, pero sé que no lo voy a dejar nunca porque me metí a esto por mi propia intención". Para conseguir todos los títulos que lleva a su espalda, el paratriatleta se pasa prácticamente todos los días realizando entrenamientos muy duros, ya sea en pleno invierno o en verano. "Yo me levanto, desayuno, paseo a mi perra y me voy a entrenar. Como y por la tarde otra vez. Casi siempre hago doble sesión. Suelo entrenar una media de entre cuatro y seis horas diarias, depende de la carga de las competiciones", declara.

El reciente campeón de España en paraduatlón tiene marcadas en el calendario fechas muy importantes en el mundo de este deporte como la Vuelta a Mallorca o la Maratón de Sevilla, pero, tras la lesión que sufrió hace unos meses, él se pone otras metas para lo que resta del 2019. "Sin duda, lo importante es recuperar la forma. Yo tuve una lesión y estuve tres meses parado, y, ahora, la verdad que cuesta, cuesta mucho. Llevo 15 días entrenando y me noto sin energía. Así que el objetivo es ese, volver a estar a gran nivel y coger ritmo para cuando lleguen las competiciones tanto nacionales como internacionales".

Acerca de los campeonatos, Iván destaca que "no se da el mismo trato a los atletas en los de ámbito internacional como, por ejemplo, en Estados Unidos, que en los de carácter nacional". "Normalmente, la organización me costea los hoteles, las inscripciones y demás, pero no el billete de avión. No me quejo, pero si es cierto que en lugares como Estados Unidos te dan todas las facilidades. Aquí todo es más difícil", afirma.

Y es que Iván ha competido en carreras de gran nivel, donde ha dejado muy buenas sensaciones, pero, sobre todo, ha vivido grandes experiencias. "Yo no había estado nunca en Estados Unidos y ahora voy tres o cuatro veces al año. Al final, viajas y conoces muchos lugares del mundo. He estado en la Maratón de Los Ángeles, de Nueva York... Ahí te codeas con atletas internacionales que no te dan mucha oportunidad, pero bueno, estar ahí ya tiene un mérito tremendo. Yo me quedo más con las vivencias. Por ejemplo, cuando entrené en el centro de Nueva York, en Downtown Manhattan, sólo hacía que mirar a los rascacielos, pensaba que estaba protagonizando una película... (risas)".

Iván lleva pegado a una silla de ruedas desde hace unos cuatros años, pero no le da ninguna importancia. "Viajar en silla no es fácil, pero te acabas acostumbrando. No es un suplicio". Además, el zamorano destaca que el paraduatlón le ha permitido progresar en su vida tanto mentalmente como físicamente. "Mentalmente me aporta ocupación, disciplina, tener objetivos. Los objetivos te llevan a los sitios y te hacen conseguir los retos. Me hace feliz porque yo he elegido esto. Si estoy aquí es porque yo he querido. Además, de momento, yo he tenido la suerte de que todos los esfuerzos han ido dando sus frutos." "Físicamente, este deporte también me da mucho, me permite hacer múltiples cosas. Yo vivo solo, tengo una furgoneta en la que subo y bajo sin ningún problema. Si no estás en buena forma, no eres capaz de hacer eso. Y gracias a esto, yo me manejo perfectamente".

Sin duda, Iván Heras es un ejemplo de superación para todos. "La satisfacción personal por verte en el pódio es algo que se puede comparar con pocas cosas. Verse ahí es un camino de mucho trabajo. La recompensa es muy grande y lo que tú sientes te lo van a hacer sentir pocas cosas. Competir en este deporte es la mejor decisión que he tomado nunca". Ahora, el paratriatleta zamorano se prepara para las próximas metas. Y es que así, de la nada, un fatídico accidente de moto, le hizo pasar al zamorano de vivir el triatlón como un hobby, a considerar el paraduatlón un auténtico modo de vida.