Tremendo susto el que se vivió ayer en la familia del Balonmano Zamora al conocer que uno de sus exjugadores más queridos, Miguel Camino, había sufrido un grave accidente de tráfico. Un siniestro que acabó sin graves consecuencias para el jugador vallisoletano, fuera de peligro y sin daños neurológicos tras ser examinado en el hospital.

Camino, uno de los jugadores más queridos de la afición pistacho en el paso del Balonmano Zamora de Primera Nacional a Liga Asobal, tuvo que recibir ayuda de los bomberos de Peñafiel para abandonar el coche en el que se encontraba tras salirse este de las carretera. Tras ser excarcelado, el helicóptero de los servicios de emergencias trasladó al extremo al hospital donde fue sometido a diferentes pruebas. Entre ellas, varias a nivel neurológico que descartaron daños de relevancia pese a que el vallisoletano había sufrido una fuerte contusión su cabeza.

A la espera de más noticias sobre su estado, Miguel Camino permaneció ayer ingresado en el hospital de Valladolid bajo observación médica. Lo hizo fuera de peligro, consciente, y recibiendo el ánimo de compañeros de equipo, de los clubes de la región, adversarios y muchos aficionados que siempre han admirado su determinación y esfuerzo en pista.