El Zamora CF se reconcilió con el karma futbolístico tras vencer 1-0 al Salamanca UDS en el segundo partido de pretemporada disputado en el Ruta de la Plata. El conjunto rojiblanco se mostró muy superior durante todo el encuentro a sus rivales de Segunda División B, que venían lastrado con hasta seis bajas en el equipo titular, pero desaprovechó multitud de oportunidades. El cuadro de David Movilla suma su primera victoria en pretemporada con un solitario gol de Sergio García en el minuto 90, pero debe estar atento al déficit que se le presenta de cara a gol tras un encuentro en el que falló tres mano a mano, desperdició un penalti y anotó dos tantos en posición irregular.

Segundo partido en casa y segundo partido que el Zamora sale con ganas de mandar, con intensidad y concentrados en el partido. Rubiato, que en esta ocasión formó parte del once inicial, no dejó pasar ni un minuto para probar suerte con un potente disparo desde la frontal que se marchó ligeramente desviado. El Zamora tenía ganas de brindar una victoria a su afición.

Durante los primeros compases del choque el conjunto rojiblanco dominó todo lo que ocurría sobre el campo. En una jugada trenzada desde la base de la defensa la formación local consiguió llegar hasta el área del Salamanca. Vallejo superó la línea defensiva y fue derribado en el área cuando el electrónico marcaba el minuto 4. Penalti. El Zamora se encontraba ante la posibilidad de estrenarse ante su afición en esta temporada 2019/2020, sin embargo Escudero desperdició la oportunidad lanzando el balón a la derecha de la base del palo izquierdo de Andrés, guardameta visitante.

En cuanto a los dibujos tácticos, destacar que el Zamora repitió un partido más a su ya clásico 4-4-1-1 y la escuadra charra se repartió sobre el césped en un 4-3-3 en defensa y un 4-2-4 en ataque.

Tras el penalti, se equilibraron las fuerzas y el Salmantino pudo desprenderse del acoso local. En una incursión de Zotes -el canterano continúa acumulando titularidades- por banda derecha el balón llegó de nuevo a Vallejo, quien se mostró muy activo en la faceta ofensiva, y un rebote permitió a Rubiato mandar el esférico al interior de la portería del Salmantino. Lamentablemente, el nueve zamorano se encontraba en fuera de juego y el gol no subió al marcador.

Cinco minutos después "El marine" dispondría de otro mano a mano con el cancerbero rival, esta vez en posición legal, que no consiguió materializar tras un disparo muy flojo con la pierna izquierda. Dos jugadas después sería el turno para Dani Hernández, quien obligaría a Andrés a lucirse para evitar lo que hubiera sido un golazo por toda la escuadra. Una vez más el Zamora comenzaba a perdonar demasiado.

Pasados los primeros 25 minutos de juego el partido bajó una marca. Las posesiones eran más duraderas y los ataques vertiginosos dejaron paso al juego posicional. El Salmantino intentaba progresar desde sus centrales, pero se quedaba sin ideas en la zona de tres cuartos y le resultaba muy complicado conectar con su trío de atacantes. A pesar de ello, gozó de una oportunidad cuando Tirglea consiguió rematar de una forma un tanto antinatural un centro de Carpio desde la izquierda al filo de la media hora de partido.

Sin Perrini sobre el campo (el club ha confirmado que el uruguayo sufre una rotura en el ligamento cruzado anterior) las tareas de elaboración recayeron en el zamorano Carlos Ramos. El seis se incrutaba entre centrales y conseguía deshacerse de la tímida presión rival ya fuera batiendo líneas conduciendo o conectando con Dani Hernández, que alternaba su posición de mediapunta con la de interior y se convertía en el tercer centrocampista en salida de balón. Una lástima que no vayamos a poder ver a estos tres jugadores sobre el césped, al menos durante prácticamente toda la temporada.

Corría el minuto 39 y el partido había entrado en un periodo de calma, ninguno de los dos equipos conseguía agredir al otro, cuando Dani Hernández -quizás el mejor del Zamora durante la primera mitad- se inventó un pase entre líneas que dejó absolutamente solo a Escudero frente a Andrés; de nuevo el flamante fichaje erró el cálculo y falló lo que debería haber sido el 1-0. Mucho van a tener que ponerse las pilas los atacantes rojiblancos si quieren igualar el récord goleador conseguido durante la pasada temporada.

Entre tanto, el conjunto del Salamanca insistía en sacar el alón desde atrás, los centrales blancos se afanaban sin recompensa por encontrar una línea de pase que no fuese interceptada por la presión de los locales.

Sonó el silbato del colegiado zamorano Alejandro Valle a los 45 minutos. El Zamora fue mejor, tuvo más ocasiones y pisó más el área de sus rivales, pero continúa atascado en la faceta goleadora. Preocupante que Rubiato y Escudero, los puntas rojiblancos, no pudieran materializar ninguno de los tres mano a mano de los que dispusieron durante la primera parte.

No cambió mucho la situación con el inicio de la segunda mitad. El Salamanca realizó un intento durante los prolegómenos de la segunda parte, pero fue el Zamora quien volvió a disponer de una ocasión clara nada más empezar. Esta vez fue Garban -que había entrado por Zotes en el descanso- quien volvió a disparar al muñeco en una incursión por banda derecha.

La ocasión fallia comenzó a levantar cierto runrún en la grada. El miedo a perder otro partido en el último minuto por no aprovechar las ocasiones comenzaba ser un pensamiento recurrente en el hincha rojiblanco. Una sensación que se acrecentó con otro gol anulado a Borja Rubiato por estar en fuera de juego. El veterano ariete ejecutó un plastico testarazo para batir a Sostres -que había salido en el descanso por Andrés- que no sirvió de nada por encontrarse en posición antirreglamentaria al inicio de la jugada. Tres mano a mano errados, cuatro si contamos la de Garban, un penalti desperdiciado y dos goles de "El Marine" anulados por fuera de juego, ¿es que el balón no pensaba entrar?

Algo que también debía estar preguntándose el entrenador del Zamora, ya que decidió retirar a un centrocampista (C. Ramos) y dos defensas (Parra y Piña) para dar entrada a otros dos (Coque y Asiel) y un delantero (Sergio García). Garban ocupó el lateral derecho, Raulito pasó al centro de la zaga y Rodao ocupó la posición de medio de contención.

Con los cambios de uno y otro equipo el encuentro bajó de revoluciones. Los equipos intercambiaban ataques pero sin mucho peligro. Lo más destacado hasta el minuto 75 fue el cambio de Rubiato, que fue despedido con una ovación en su regreso al Ruta de la Plata como titular (salió desde el banquillo en el choque ante la Cultural del pasado sábado), y el ingreso del canterano Jesús Villar, que fue recibido con una ovación todavía mayor.

Los últimos minutos del partido transcurrieron entre las imprecisiones en el campo y el aburrimiento en la grada. Los visitantes buscaban una y otra vez a Issa en banda izquierda con desplazamientos largos y, curiosamente, el Zamora CF intentaba lo mismo con Sergio Álvarez, que se movía por todo el frente de ataque siempre rodeado de demasiadas camisetas blancas.

Todavía quedaría tiempo para una última ocasión en favor de los de David Movilla, Sergio Álvarez pescó una bola al contrataque, galopó por banda derecha y consiguió superar al portero del Salamanca en dos intentos cuando el reloj se paraba en el minuto 90. El Zamora se arregló con el karma futbolístico y obtuvo premio tras un partido en el que ganó en todos los apartados del juego a sus rivales del Salamanca UDS. Sin embargo, la formación rojiblanca no se puede conformar porque tienen un serio déficit denominado pólvora mojada.