En el fútbol profesional ganar lo es todo. De eso va esto. La victoria es el acicate que desata las pasiones de una hinchada siempre anhelante de ver a su equipo triunfar y tocar el cielo con las manos. No obstante, ganar, en su más estricta acepción, no siempre supone meter más goles que el rival y levantar el trofeo, a veces significa conseguir tus objetivos, sean estos la Champions, la permanencia o lograr el ascenso a Regional.

Ayer el Zamora ganó. Perdió 0-1 con La Cultural Leonesa, pero ganó. ¿Y cómo es esto? Pues la respuesta la encontramos en lo que se vio sobre el césped y lo que se sintió en las gradas del Ruta de la Plata, que recibía por primera vez al renovado Zamora CF.

Un conjunto de Tercera División, con tan solo 20 días de pretemporada, que plantó cara a toda una Cultural Leonesa, de 2ª B, que el pasado año peleó por el ascenso a la categoría de plata del fútbol español, la cual ya disputó durante la campaña 2017/2018.

La formación dirigida por David Movilla no solo resistió la embestida lanzada por el conjunto leonés, sino que supo ofrecer una respuesta en forma de contrataque con el trío conformado por Dani Hernández, Sergio García y el joven canterano Pablo Zotes. Especial mención para este último. El joven atacante ha regresado del Rayo Majadahonda División de Honor con la mili hecha y está pidiendo a gritos con su rendimiento, tanto en los entrenamientos como en los partidos, que el club le ofrezca una ficha del primer equipo.

David Movilla está siendo su principal valedor, como se desprende de las tres titularidades que le ha otorgado en los tres amistosos que el conjunto rojiblanco ha jugado esta pretemporada.

En el capítulo de destacados también cabe una mención para Fran Perrini. El pasado sábado, el pivote uruguayo fue el mejor de los locales hasta que una lesión en la rodilla (hoy se le realizarán pruebas para conocer el alcance) le impidió continuar sobre el césped del Ruta de la Plata. Formó pareja con Vallejo en la medular, pero fue amo y señor del centro del campo zamorano hasta su percance. Descolló especialmente en tareas de salida de balón, donde se mostró especialmente fluido.

En cualquier caso, y a pesar de la derrota, el Zamora deja un buen sabor de boca y comienza a carburar de cara la próxima temporada, donde una vez más se le exigirá el máximo. En el debe, la falta de gol, como ya ocurriera en el play-off y que parece regresar como el fantasma de las navidades pasadas.