El piloto español Marc Márquez (Repsol Honda) tratará de dar un golpe de efecto este fin de semana y encarrilar su sexto título mundial de la categoría de MotoGP del Mundial de Motociclismo con un triunfo en el Gran Premio de Austria, undécima prueba del campeonato y escenario donde Ducati querrá mantener la emoción por su dominio en el pasado.

El campeonato afronta sin descanso su segunda cita tras el parón y después de que el de Cervera volviese a mostrar su superioridad con un triunfo en Brno (República Checa), que le confirmó como el gran favorito para seguir en el trono de la categoría 'reina'.

El piloto catalán sigue sin fallar y su renta ya sobre el italiano Andrea Dovizioso (Ducati) es de 63 puntos, dos carreras y media, a falta de nueve citas. El de Forlimpopoli parece su único rival y espera que llegar a un circuito que ha sido coto de la Desmosedici desde su inclusión en el calendario en 2016 le sirva para recortar algo la distancia.

Márquez suele sufrir tras el parón estival y ya en la pasada temporada no fue capaz de ganar en los tres primeros Grandes Premios que se disputaron (sin contar el de Gran Bretaña que se suspendió), pero de momento, su autoritaria victoria en Brno ha demostrado que la Honda está a buen nivel para romper la maldición con el Red Bull Ring, cuyas largas rectas y exigentes frenadas se ajustan a la perfección a las motos de Borgo Panigale.

El heptacampeón del mundo, que alcanzó el pasado domingo las 50 victorias en MotoGP y ya está a solo cuatro de las que logró Mick Doohan, no ha ganado en ninguna de sus tres anteriores visitas a Spielberg y por ello sabe que asaltar el 'territorio Ducati' sería un duro golpe anímico para sus rivales.

"En el pasado ha sido una carrera dura para nosotros porque no teníamos la velocidad máxima que tenemos ahora. No esperamos que sea fácil, pero no creemos que vaya a ser tan difícil como lo ha sido anteriormente", admitió Alberto Puig, 'Team Manager' del Repsol Honda.

Dovizioso empieza a tener serias urgencias

De todos modos, Márquez, que volverá a tener al alemán Stefan Bradl como compañero de 'box', ha sido segundo en este escenario en 2017 y 2018, superado por una décima en ambas ocasiones por Andrea Dovizioso y Jorge Lorenzo, respectivamente, y logró la 'pole' en esos dos años, por lo que su misión será la de, al menos, continuar con su impecable regularidad.

Ese es el talón de Aquiles de sus oponentes porque el ilerdense, salvo su '0' en Austin, ha sido primero o segundo en el resto de carreras de este 2019, por lo que cuando no gana, el daño no es demasiado y eso le da la ventaja de correr con calculadora y sin riesgos.

Andrea Dovizioso, que ha estado siempre en el podio en el circuito de Spielberg (tercero el año pasado y segundo en 2016 tras Andrea Iannone) y que viene de ser segundo, buscará que la distancia no sea mayor y para ello necesita obligatoriamente volver a ganar, lo que no consigue desde la primera cita de la temporada en Losail, cuando se auguraba un igualado mano a mano que no ha sucedido de momento.

Su compañero Danilo Petrucci, que no brilló el pasado domingo (octavo), espera también estar en la pelea por el podio, al igual que el español Àlex Rins (Suzuki), al que se le escapó el podio ante el australiano Jack Miller (Ducati) y que en el Red Bull Ring estará solo por la baja de Joan Mir tras su caída en el test del lunes.

Además, el gerundense Maverick Viñales intentará desquitarse del mal fin de semana en la República Checa donde sólo pudo ser décimo y cortó sus buenas sensaciones de antes del parón por las vacaciones para intentar engancharse a los puestos altos de la general.