Proliga, la asociación que representa a 260 clubes de Segunda B y Tercera, anunció ayer que ha presentado un recurso ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) contra la adjudicación al FC Andorra de la plaza del CF Reus en el Grupo III de la Segunda División B. Puesto que también interesaba al Zamora CF que, en caso de que el CSD crea que el recurso es correcto, podría volver a tener la oportunidad de dar el salto de categoría en los despachos.

El conjunto andorrano, propiedad de Gerard Piqué y ascendido la pasada temporada a la Tercera División, se quedó con la plaza del equipo tarraconense tras cumplir los requisitos establecidos, entre ellos el pago de 452.022 euros, y el orden de preferencia, según informó el 29 de julio la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). La decisión fue criticada por varios clubs que aspiraban también a ocupar la vacante del Reus, como el L'Hospitalet. No así en Zamora, donde el club rojiblanco asumió de buen modo la decisión tomada por el ente federativo.

Al contrario que el Zamora CF, Proliga cree errónea la decisión al considerar que la RFEF "ha interpretado erróneamente el artículo 194" de su Reglamento General, "al entender que, en dicho artículo, por omisión, se excluye como candidatos a ocupar la vacante de Segunda División B a los clubes que han logrado el ascenso a Tercera División la temporada inmediatamente anterior".

Según el organismo, la normativa indica que "a la hora de elegir entre clubes de una misma Federación de ámbito autonómico" se tienen en cuenta tanto los puntos obtenidos en la liga regular de Tercera como los del play off de ascenso, lo que imposibilitaría que un club que en la temporada anterior militase en la Primera de las categorías de ámbito territorial, como es el caso del FC Andorra, "pueda optar a ser uno de los clubes con derecho a ocupar la vacante de Segunda División B. Además, advierte del orden y criterios que dice el reglamento federativo para ocupar estas vacantes que menciona a los equipos de Tercera y a los descendidos de Segunda B, ambos de la misma federación, y posteriormente al resto de equipos tanto de Tercera como de Segunda B. "Parece evidente que el legislador quería dejar claro que los descendidos de Segunda B eran de esa categoría a la hora de considerar la norma, y por lo tanto quedaban supeditados a los que habían participado en Tercera División", añade Proliga en su comunicado, que remarca que del mismo modo, "los clubes que hubiesen participado en la primera categoría de ámbito territorial no podrían considerarse de Tercera y, en consecuencia, no podrían optar al ascenso".

De este modo, la asociación que preside David Jiménez subraya que "el legislador no consideró en ningún momento el ascenso directo de un equipo de la primera categoría regional, puesto que deportivamente no había optado a ello la temporada en cuestión". "Y en el supuesto caso de haber querido hacerlo, lo habría mencionado expresamente, de la misma forma que se hizo con los de Segunda B", sentenció.

Ahora, la adjudicación de la plaza en Segunda División B que correspondía al CF Reus queda ahora pendiente de la decisión del CSD. Podría seguir en manos del FC Andorra, o bien quedar vacante. Un caso, este último, que volvería a abrir las puertas del ascenso en los despachos al Zamora CF. Habrá que esperar.