"Les dije que no nos cerraran y dieron un timonazo; no he visto algo así en el Sella jamás", señaló Julio Martínez al término del Descenso Internacional del Sella sobre el lance que su embarcación y la de Emilio Llamero tuvo con la de los vencedores Becerro y Castañón. Un incidente que los protagonistas analizan de forma diferente y que acabó con la piragua de los grandes favoritos dañada.

Tras dominar la prueba desde la salida, Martínez y Llamedo vieron como la remontada de Becerro y Castañón acabó emparejándoles en el tramo final. Una zona del río con paso para una única piragua, en el que los ganadores tomaron la aspiración y se colocaron en la trazada adecuada, por delante del plusmarquista asturiano y su compañero.

Martínez y Llamedo no cedieron en su empeño por mantener el liderato y trataron de continuar por una zona de piedras que rajó su barco dejándoles sin opciones de triunfo. Un duro golpe para ellos, como quedó reflejada en su llegada a meta donde se encararon con los ganadores, que señalaron no haber tocado ni empujado a sus rivales contra las rocas.