Se vio superado con claridad el Zamora CF en el campo de Mareo ante un rival más rodado y de superior categoría, y que además está cuajando una gran pretemporada. Tras la semana en tierras mallorquinas, con mucha carga de trabajo físico, el equipo notó el peso de los entrenamientos en sus piernas y acabó siendo goleado por 5-1. Un amplio resultado fruto del cansancio rojiblanco que hizo presencia en la segunda mitad, periodo en el que además la formación asturiana puso sobre el verde a sus jugadores de más peso.

Si bien el resultado es llamativo y supone un aviso para el Zamora CF de cara a la necesidad de seguir trabajando para dar el salto a la categoría del Sporting B, no debe el marcador alarmar a nadie a estas alturas de pretemporada. No es plato de buen gusto llevarse un saco de goles en un partido, por muy amistoso que sea, pero la realidad es que queda mucho trabajo por completar en próximas semanas y el tono de los rojiblancos será, a buen seguro, diferente.

Sorprendía de entrada David Movilla dando entrada a Piña y Rubiato en el once inicial pese a no hallarse al ciento por ciento físicamente, mientras en los yogurines de Mareo había jugadores menos habituales respecto a los primeros, y exitosos, onces iniciales de la pretemporada.

Arrancaba el encuentro con más control de balón por parte de los locales, con un Zamora CF bien ubicado atrás con dos líneas de cuatro y buscando las salidas en velocidad basculando a las bandas, con Dani Hernández y Perero muy activos, realizando movimientos continuos entre líneas enemigas. En los locales, el jovencísimo mediocentro del juvenil Pelayo Pérez era el que llevaba la manija, con grandes pases y también presionando sobre los mediocampistas zamoranos. Pero la escuadra de la capital del Duero daba siempre la cara, a pesar de jugar ante un adversario de superior categoría.

El Zamora CF no renunciaba a nada y llegaba sin apuros a las inmediaciones del marco gijonés. Pero las intentonas castellanas, cuando llegaban por la diestra, toparon con el acierto de un Argüelles inconmensurable como lateral zurdo y que hizo más que méritos ante Samu Baños. Dani estaba muy activo en su banda, con un hermoso duelo ante su marcador, Guille, una lucha de la que poco rédito sacaron los visitantes pese al esfuerzo del zamorano.

En cuanto al peligro, poco en el bando zamorano. Destacó un intento desde fuera del área de Perero, pero sin fortuna. Sandoval tuvo la mejor oportunidad para los de Mareo en el tramo inicial del primer periodo. Y cuando el encuentro estaba a punto de llegar al intermedio, mazazo en forma de gol del Sporting B, una diana psicológica de César superando a Villanueva para abrir el marcador. Y es que el primer periodo se le había hecho algo largo al conjunto rojiblanco pese a ofrecer en líneas generales una imagen más que correcta ante un adversario de Segunda B.

En la segunda mitad, David Movilla movió a sus piezas renovando un once inicial muy cansado para repartir los minutos tras la semana de dura carga física. Pero ni moviendo las piezas pudo evitar que poco a poco los minutos pesaran como una losa a sus jugadores.

César García repetiría justo antes del cuarto de hora, finalizando de forma acertada una gran jugada trenzada por los asturianos después de una pelota perdida por el Zamora en la medular.

Sin que mediara reacción de los de Movilla, Gaspar Campos estampaba en las mallas un trallazo desde fuera del área, golazo y tres a cero, un tanteo que comenzaba a resultar doloroso.

Pero sacaron los castellano-leoneses un arranque de orgullo y Zotes habilitaba a Sergio García para que éste demostrara que sigue siendo un goleador de raza. Tres a uno, y buenos minutos para los zamoranos con una buena oportunidad para recortar al mínimo las distancias, pero Zotes se estrelló ante el acierto del arquero gijonés. De nuevo en los minutos finales el cansancio se dejó notar en un Zamora Club de Fútbol agarrotado en lo físico a pesar de los muchos cambios efectuados por el preparador vasco. Los yogurines de Mareo, mucho más frescos, querían hacer méritos ante los responsables técnicos, destacando en el tramo final Matheus.

El delantero, que ha conocido ya las hieles de una larguísima convalecencia tras lesión de rodilla, quiere asentarse en la plantilla de Segunda B y hacía el cuarto tanto de los rojiblancos culminando una buena jugada colectiva de los suyos. Y nada más sacar de centro, pérdida de balón del Zamora, jugada veloz del Sporting B y penalti que el propio Matheus convirtió en el 5-1.

Inmediatamente después se señalaba el final del encuentro, una prueba donde los primeros 25 minutos de cada parte enseñaron lo mejor del Zamora CF, sobre todo en el primer periodo, con un conjunto que se vio bien plantado y muy serio. Una imagen que no correspondió con el marcador, influenciado sin duda por las alturas de pretemporada en la que se encuentra el bloque de Movilla y la alta carga física de las sesiones del stage en Mallorca. Un trabajo cuyos frutos se esperan para más adelante.