El equipo Lizarte culminó ayer la gran exhibición que ha realizado a lo largo de la Vuelta a Zamora, controlando de principio a fin la etapa reina, y afianzando en el liderato a Iván Moreno que puede considerarse ya virtual ganador final pese a que la última etapa de este sábado no es de trámite como en anteriores ediciones.

El vencedor ayer en la meta de As Hedradas fue el granadino Alejandro Ropero, en un brillante triunfo que hizo justicia al gran trabajo realizado también por el Kometa que patrocina Alberto Contador y que sumaba dos segundos puestos en las etapas anteriores. Ropero se impuso en el emocionante final al que llegó un grupo de seis grandes corredores, entre ellos el líder, en las empinadas rampas de acceso a la localidad de Hedradas. Ropero demostró estar muy fuerte pese al gran esfuerzo que había realizado el día anterior, y arrebató el triunfo a Sergio Martín, del Caja Rural, por solo 4 segundos, y al propio líder Iván Moreno que cedía 7.

Entre las bajas que se registraron en esta cuarta etapa por la comarca sanabresa, destacó especialmente la del zamorano Jorge Bueno (Caja Rural), que sufrió una espectacular caída en la tercera etapa al sufrir junto a su compañero Eusebio Pascual un accidente con una moto de enlaces. La organización decidió apartar de la carrera al piloto de la moto tras una reunión mantenida antes de comenzar ayer la etapa en la que se recalcaron los principios de que las motos que acompañan a los ciclistas velan por su seguridad y que al tiempo los corredores deben colaborar con los pilotos en sus labores de control del tráfico, independientemente de que puedan cometerse errores involuntarios por ambas partes.

Fueron 103 corredores los que tomaron la salida en Muelas de los Caballeros para afrontar los durísimos 134 kilómetros por las comarcas de La Carballeda y Sanabria. El pelotón rodó tranquilo durante los primeros kilómetros hasta el exigente "muro" de Lanseros donde estaba situado el primer puerto puntuable de la jornada por el que pasó en cabeza el combativo colombiano Alexander Castaño. El pelotón quedó roto ya en dos grupos y poco después se formaría la escapada que protagonizó la primera parte de la carrera en la que entraron Bennassar, del Lizarte que controlaba así por delante el desarrollo de la carrera, Azparren (Caja Laboral), Oscar Sánchez (Paulino), Luca Riva (Palazzago), y Torres (Ginestar), a los que se unirían poco después Casaus y González, de Diputación de León, al paso por Palacios de Sanabria cuando el pelotón había cedido 2 minutos. El grupo con los favoritos se mantenía muy tranquilo y cedía hasta tres minutos y medio al comienzo del puerto de Padornelo. Atacaron entonces en el grupo de escapados Marcos González y Bennassar que llegaron a disponer de 50 segundos de renta con el resto de los escapados al paso por la portilla.

Pero por detrás, los equipos fuertes habían decidido pasar al ataque y el pelotón ya pasó por Lubián a un minuto, y los fugados eran neutralizados en las rampas de La Canda donde puntuaba el maillot de la montaña Jordi López.

La bajada por la provincia de Ourense hasta Castromil fue tan vertiginosa como peligrosa por el mal estado de las carreteras. Se mantenían todavía unos cuarenta corredores en cabeza, a 37 kilómetros por hora de media hasta entonces, pero el grupo se rompió en mil pedazos en el durísimo puerto de La Canda, subido esta vez desde el sur.

Fue el momento en que el líder Iván Moreno decidió tomar el mando. El grupo fue soltando unidades a medida que se sucedían las rampas más exigentes, hasta que Moreno se quedaba solo junto a Carlos Cobos (Rías Baixas), otro gran escalador. Por detrás llegaba Alejandro Ropero y los tres iniciaron un vertiginoso descenso por la antigua carretera nacional, hasta el cruce de Hedradas. Nada más iniciarse la ascensión hacia la meta, entraban por detrás Martín (Caja Rural), Lestido (Froiz) y Miguel Gómez (Cortizo). El sexteto de grandes corredores afrontó la rampa final de entrada en el pueblo. Primero cedió Cobos, y al ataque de Ropero ya no pudo responder nadie, y los cuatro restantes entraban en hilera en la meta.