El castellonense Iván Moreno fue el ganador de la dura etapa alistana y al tiempo se vistió el maillot de líder sustituyendo a sus compañeros en el equipo Lizarte, Alex Jaime y Jordi López que fue otro gran protagonista de la etapa de ayer al permanecer escapado más de 130 kilómetros de los 134 que se cubrieron entre San Mamés y Rabanales. Moreno logró la victoria tras llegar a Rabanales escapado junto a Arturo Grávalos al que se impuso en el repecho de llegada. Fue una jornada en la que se prodigaron las escaramuzas, con sucesivos ataques y escapadas, y los dos equipos más activos se disputaron finalmente la victoria.

La nota triste de la jornada fue la caída del zamorano Jorge Bueno, a unos 15 kilómetros de la meta, en la complicada travesía de Tola donde se fue al suelo junto a su compañero Eusebio Pascual que pudo terminar la etapa, pero el corredor de San Cristóbal de Entreviñas sufrió un fuerte golpe en un costado que le impidió volver a montarse en la bici y tuvo que abandonar.

La etapa alistana nunca defrauda porque el perfil de la comarca exige mucho a los corredores, con constantes subidas y bajadas, y tres puestos de montaña cortos pero enormemente exigentes. Fue el aperitivo para la etapa reina de hoy por Sanabria a la que llega Iván Moreno con ligeras ventajas aunque muy bien respaldado por dos de su compañeros, Marti Márquez y Jordi López, que son tercero y cuarto.

Tras la salida en el precioso pueblo de San Mamed, la carrera se animó desde los primeros kilómetros y ya antes de llegar a la N-122, saltaba a la aventura el primer líder de la Vuelta tras la contrarreloj de Villalba de la Lampreana, Jordi López, del Lizarte y ya no paró hasta llegar a la meta en el octavo puesto. También saltaba el argentino Julián Barrientos que estuvo durante toda la etapa en las escapadas aunque finalmente no pudo defender su maillot de la montaña, que porta ahora Jordi López.

Tardó en cuajar la primera escapada seria y no fue hasta pasado San Vitero cuando un grupo de ocho corredores lograba superar el minuto de ventaja. Junto a López y Barrientos, el Caja Rural había metido en el grupo al francés Foulon, el Froiz a Víctor Romero, mientras Kometa situaba a Bennassar y al italiano Alessio Acco.

La ventaja del grupo comenzó a aumentar ante la pasividad del pelotón que no parecía importarle ya que los equipos fuertes estaban bien representados. El ritmo era muy vivo con 42 kilómetros en la primera hora de carrera. Así llegó el primer puerto, el de Nuez, donde atacó el colombiano Alexander Castaño para pasar primero por el alto, seguido por Barrientos que se afirmaba como líder de la montaña.

El grupo se volvió a juntar y su ventaja llegó a ser de 4'55. Los dos corredores del Kometa atacaron y Alessio Acco se fue por delante demostrando sus grandes dotes de rodador aunque su ventaja no llegó a superar el minuto.

El grupo de escapados sufrío alguna escaramuza más pero se quedaron en ocho, y tras pasar por segunda vez por Figueruela, el Kometa volvía a lanzar por delante a Acco, pero el italiano, ya con muy pocas fuerzas, se quedó clavado en las primeras rampas del durísimo puerto de Vega de Nuez. La carrera quedó rota y por delante tan sólo sobrevivieron Ropero (Kometa), Romero (Froiz), López (Lizarte) y Vallesteros (Valverde). Por detrás, el pelotón había despertado y recortaba su desventaja a gran velocidad. Los cuatro escapados pasaban juntos el puerto de Vega de Nuez con el pelotón a 1.50 y también el de Viñas, pero ya con sólo 47 segundos de margen sobre el grupo principal en el que se situaba el zamorano Jorge Bueno.

Parecía que la victoria se la disputarían entre los cuatro fugados, pero por detrás llegaron Grávalos y Moreno que no sólo se sumaron a la escapada, sino que atacaron al paso por Tola, donde Jorge Bueno sufría una caída junto a su compañero y ganador de la pasada edición de la Vuelta, Eusebio Pascual, que pudo seguir, pero el zamorano no aunque no parece que sea grave su dolencia.

Sanabria volverá a acoger hoy la etapa decisiva, de alta montaña.