Benjamín Calleja, procedente del Balonmano Burgos, se convirtió ayer en el segundo fichaje del Balonmano Zamora de cara a la temporada 2019-2020 en División de Honor Plata. Un refuerzo necesario pues, tras el adiós de Sebastián Ceballos, el puesto de extremo izquierdo en el cuadro de Viriato necesitaba de una cara nueva.
Cuando las lágrimas de Sebas y sus compañeros en el Balonmano Zamora afloraron durante su el anuncio de su marcha, era evidente el enorme vacío que la pérdida del chileno iba a dejar en la plantilla pistacho. La progresión del extremo fue tal que, al término de su etapa en la capital del Duero, Ceballos era uno de los líderes del equipo dirigido por Leo Álvarez. Un papel complejo, importante y difícil de asumir.
La lógica invita a pensar que ese rol no recaerá sobre Benjamín Calleja, si bien su incorporación en el Balonmano Zamora tiene como fin contar con un jugador de tantas garantías como Ceballos en el extremo izquierdo del siete pistacho.
Desde luego que, con 29 años y 175 centímetros de estatura, este chileno está preparado para ocupar el hueco de su compatriota. Experiencia no le falta, pues ha sido internacional con su país desde categorías inferiores hasta un combinado absoluto con el que se encuentra concentrado antes de la disputa de los Juegos Panamericanos Lima 2019. Un dato que también habla de su calidad, un talento que también refleja su pasado más reciente ya que con el Balonmano Burgos ejercía también de central al ser el más capacitado de su equipo para dirigir la ofensiva.
Calleja llegó a Burgos como parte del proyecto del UBU para dar el salto a la élite nacional en tiempo récord. Sin duda, desde su incorporación en 2017 fue uno de los líderes de su equipo y, pese a lesionarse del ligamento cruzado de una de sus rodillas en 2018, aportó gran solidez al bloque castellano que ahora dirige el vallisoletano Nacho González. Ahora, da el salto a la División de Honor Plata y lo hará con un Balonmano Zamora donde peleará con el intrépido Cubillas por tomar el relevo del gran Ceballos.
