El Balonmano Zamora despejó ayer la penúltima incógnita en lo referente al futuro que le aguardaba a los miembros del equipo con el que alcanzó la pasada temporada la fase de ascenso disputada en Puerto Sagunto. Y es que, tras semanas de anuncios con el fichaje de Ignasi Admella de por medio, aún restaba por conocer si Dalmau Huix iba a seguir bajo la disciplina pistacho. Una duda que se resolvió con el anuncio de su continuidad por una temporada más.

El lateral catalán llegó la pasada temporada procedente del Balonmano Torrelavega y no tardó en demostrar de lo que puede ser capaz en pista. Versatilidad en el juego, buen tiro en proximidad y capacidad para penetrar entre las defensas rivales son varias de las características de las que hizo gala con los "Guerreros de Viriato", un grupo cuyo juego se beneficia de todas esas virtudes como acabaron por reflejar sus números.

Huix cerró su primera temporada con un total de 69 goles en 28 partidos, promediando así 2,42 tantos por encuentro. Cifras que no pudo incrementar en una fase de ascenso en la que fue el gran ausente dentro del bloque de Leo Álvarez como fruto de una rotura de ligamento en uno de sus tobillos. Una lesión de la que ya se encuentra recuperado.

El lateral, formado en Handbol Bordils, deberá en su segunda campaña como pistacho cumplir con las altas expectativas que levantó su fichaje. Pues si bien su contribución en pista al Balonmano Zamora ha sido notable, se espera aún más de su talento.

Iñaki, la única duda

Con la renovación de Dalmau Huix, la afición conoce el futuro de todos los jugadores de la pasada campaña a excepción de uno, Iñaki Gómez. El zamorano regresó el año pasado mediada la pretemporada para complementar la plantilla y su futuro podría estar nuevamente ligado directamente a la capacidad del club en el mercado de fichajes.