La pelota mano es un deporte subyugante, desde la sencillez -que no simpleza- de su juego acaba encandilando a todo aquel que se para un par de minutos a ver como dos parejas golpean una pelota contra un frontis. Es eso, no es más y a la par es imposible apartar la vista de lo que ocurre en la pista, un maremágnum de intensidad, emoción y estrategia.

En la jornada de ayer, el frontón de San Atilano acogió una muestra de lo dicho hasta ahora durante la celebración de las finales del XLVIII Trofeo de Pelota Ferias y Fiestas de San Pedro. Tres partidos, de menos a mayor categoría, en la que los espectadores pudieron disfrutar de encuentro de pelota mano con pelotaris de primer nivel.

Como no podía ser de otra manera, la final categoría élite -que enfrentó a los hermanos Ortiz contra la pareja conformada por Uriona y Arrizabalaga- fue el partido más emocionante que se disputó en un frontón de San Atilano lleno casi hasta la bandera.

Uriona y Arrizabalaga se llevaron el gato al agua (22-12) en un encuentro en el que siempre fueron por delante.

El abultado resultado puede llevar a engaño y hacer pensar que la pareja vencedora se paseó por el frontón. Nada más lejos de la realidad, ya que el partido se desarrolló por derroteros de igualdad en todos y cada uno de los puntos.

Solo la veteranía y el sosiego mostrado sobre la pista de Uriona y Arrizabalaga decantó la balanza de un choque que nos dejó tantos espectaculares conseguidos de todas las maneras posibles: dejadas, voleas, sotamanos, rasos largos...

No anduvo mucho más lejos en espectacularidad la final de división 1ºA entre las parejas de Rodríguez-Nuevo y Molina-Hermoso.

Tras ir dominando en el marcador durante la práctica totalidad del encuentro, Molina y Hermoso comenzaron a deshincharse cuando el marcador se encontraba en 13-16 a su favor. Las diferencias comenzaron a acortarse y los azules -Rodríguez y Nuevo- consiguieron ponerse a solo un tanto (17-18).

Molina y Hermoso sufrían cuando perdían el saque, ya que gran parte de su juego se centraba en dicha coyuntura. Por su parte, Rodríguez y Nuevo se hacían fuerte cerca del frontis, cuando el encuentro cogía velocidad y el físico y los reflejos debían imponerse.

El último de los encuentros -que fue el primero en disputarse- fue el correspondiente a la categoría 1ª B. Un partido de menor nivel, pero no por ello carente de emoción y competitividad. La dupla Lorenzo-Óscar se impuso Adolfo-Fernando por un apretadísimo 19-22.