El 46º Descenso Ibérico contará con cerca de 300 palistas en liza el próximo domingo por la mañana en una edición que llega marcada por el ajetreado calendario nacional que impide alcanzar la participación de otros años y con la novedad de incluir premios en metálico para los ganadores de esta cita deportiva imprescindible en Ferias y Fiestas de San Pedro.

La celebración de la Copa de España de jóvenes promesas en la localidad zaragozana de Mequinenza en lugar de en Villalcampo, su escenario habitual en los últimos años, así como los controles selectivos en Asturias y la proximidad del campeonato de velocidad en esta misma tierra han impedido al Descenso Ibérico alcanzar la cifra de deportistas implicados de ediciones pasadas. Un descenso en la participación que, según indicó ayer Alberto Amigo, podría solucionarse en un futuro con la inclusión de la regata zamorana en el calendario nacional. Un hecho para el que habrá que esperar a futuros años en los que se buscará que esta prueba, de las más antiguas que forman parte del programa de fiestas en Zamora, recupere el brillo y la importancia que siempre la ha caracterizado.

Una buena medida para llamar la atención de los palistas y recuperar esa cota de protagonismo dentro del apretado calendario nacional es la dotación de premios en metálico a los ganadores del Descenso Ibérico. Una recompensa al esfuerzo que llega como gran novedad a la presente edición en la que además de los tradicionales trofeos habrá entrega de premios en metálico para los vencedores de las categorías masculina y femenina con idéntica cuantía.

Por lo que respecta al desarrollo de la prueba, la competición discurrirá bajo el tradicional recorrido de años anteriores. La salida será desde tierra firme en Fresno de la Ribera y se remará el tramo del Duero que separa esta localidad de Zamora para tener la meta en el Puente de Piedra de la capital zamorana. Un trazado que presentará el inconveniente de un caudal bajo, si bien el río está en optimas condiciones para ser navegable. Nivel de agua que permitirá que el paso por la presa de Villalazán pueda realizarse por porteo o bajando por el patín, siendo obligatorio echar pie a tierra en Villaralbo durante un tramo de aproximadamente 150 metros.

El único cambio que sufrirá la prueba en su desarrollo durante la celebración de su 46ª edición será la alteración en su horario habitual. En esta ocasión se tomará la salida a las 11.00 horas, quince minutos más tarde para hacer que la llegada a meta se produzca sobre las 12.20 y 12.30 horas buscando mayor afluencia de público.