Ni veinticuatro horas después de dar a conocer que el Balonmano Zamora del próximo año no contará con jugadores de la talla de Marc Abalós, Adrián Prieto y Henrique Petter, el club quiso dejar claro a los aficionados que su proyecto de cara a 2018-2019 cuenta ya con los pilares básicos sobre el que se estructurará. Figuras representativas y claves sin las que no se podría entender la historia de los "Guerreros de Viriato" como son Leo Álvarez, Octavio Magadán y Jorge Martín "Jortos".

El Balonmano Zamora apostará por su tradicional línea continuista a la hora de elaborar el bloque que competirá en División de Honor Plata el año que viene. Así quedó claro con la renovación del técnico Leo Álvarez, cuya principal tarea ahora consistirá en armar una plantilla lo suficientemente competitiva para volver a optar al ascenso a Liga Asobal

El leonés disfrutará así de una nueva temporada con los "Guerreros de Viriato", conjunto al que llegó para formar parte del cuerpo técnico de un Eduardo García Valiente que hasta entonces era la única figura del banquillo pistacho. Un tándem, el formado entre ambos, que trajo consigo numerosos éxitos y que permitió a José Antonio Quintana y su directiva encontrar un recambio rápido tras el adiós del entrenador charro a mediados de 2018.

La entidad ha dado un nuevo voto de confianza a Álvarez tras conseguir clasificar a los "Guerreros de Viriato" para la fase de ascenso, objetivo marcado a principios de su primer año como primer entrenador de la escuadra zamorana. Un plantel del que ya se conocen dos de los jugadores que sustentarán el vestuario pistacho. Dos hombres claves como son Jortos y Octavio.

El lateral y el central, el capitán y la estrella del primer equipo del Balonmano Zamora, se antojan imprescindibles en el presente de un equipo al que ambos llegaron hace más de una década.

Si difícil resulta imaginar el futuro Balonmano Zamora sin Ceballos, Abalós o Prieto, concebir unos "Guerreros de Viriato" sin dos leyendas como Jortos y Octavio parece imposible. Principalmente porque ambos cuentan con una gran vinculación a la ciudad cuyos colores han conseguido implantar en la élite nacional en dos ocasiones.

Jortos, capitán por derecho propio de un conjunto al que representa a la perfección con su aguerrido estilo de juego, renueva tras afrontar uno de los años más complicados parar él. Por motivos laborales ha podido jugar mucho menos de lo que le hubiera gustado y su aportación a los números pistacho ha sido más discreta de lo habitual.

Sin embargo, el lateral vallisoletano y el club valoran como positiva esta experiencia. El jugador quiere volver con todas las de la ley a ser esa figura trascendente y temida en la División de Honor de Plata Nacional, y el club está deseoso de poder volver a ver a esa fuerza irrefrenable que guía al vestuario cada temporada.

Igual de complicado parece imaginar una tarde de balonmano en el Ángel Nieto sin Octavio. El central leonés seguirá siendo el primer oficial de un Balonmano Zamora siempre dependiente de su descomunal talento ofensivo. El leonés volverá a ser la batuta del juego pistacho, la magia que genere goles como así ha sido a lo largo de muchos años.

Sin duda, la mejor respuesta por parte de la directiva del Balonmano Zamora a las bajas anunciadas es la renovación de estos tres componentes de su primer equipo. Tres hombres clave que tranquilizan al aficionado pistacho y ponen sobre la pista del tipo de proyecto que espera para 2019-2020. Un diseño de plantilla al que se deben añadir nuevos nombres si se quiere aspirar a regresar a la Liga Asobal.