El Zamora CF regresa de Alcobendas con un resultado muy negativo tras un partido en el que fue superado claramente por un rival que se aprovechó de su fragilidad defensiva y que incluso pudo alcanzar un resultado más contundente. Los madrileños marcaron en los primeros minutos de la primera parte y también al comienzo de la segunda, mientras los rojiblancos prácticamente no tiraron a puerta y tendrán que recurrir a la épica el próximo domingo en el Ruta de la Plata.

El Alcobendas se parece poco en su juego al Haro, pero puso también en aprietos al Zamora aunque ayer los de David Movilla no jugaron mal aunque carecieron del remate que sí encontró casi siempre su rival.

Y de nuevo, el principal protagonista en el bando zamorano fue la afición que volvió a apoyar en masa a su equipo. Los zamoranos de la capital no fallaron a la cita con su equipo y llenaron casi la mitad de la amplia grada de Matapiñonera, con cerca de mil personas que salieron del campo de San Sebastián de los Reyes decepcionadas aunque nadie afirmó que la eliminatoria esté perdida.

David Movilla optó esta vez por la defensa de cuatro que utilizó durante casi toda la temporada, con la variante de Chete en el lateral derecho, y con Fer, por Pipi, como medio centro incrustado en la línea defensiva. Y desde los primeros minutos pudo comprobarse que la pareja Sergio García- David Alvarez llevaba mucho más peligro a la portería contraria.

Ademàs, los rojiblancos, esta vez con la camiseta azulona, no renunciaban a tener la posesión aunque buscando con rapidez desplazamientos largos para sus puntas, ayer mucho más asistidos desde el centro del campo por un Carlos Ramos mucho más suelto que en Haro. Tras el segundo gol del Alcobendas, Movilla quemó sus naves y puso en el campo a los dos atacantes que se habían quedado en el banquillo: Murci y Dani Hernández que aportaron su calidad para buscar ese gol que siempre hay que marcar fuera para ganar una eliminatoria, un gol que no llegó y que puede resultar decisivo para el desenlace final de la eliminatoria ya en el Ruta de la Plata.

Lo estaba haciendo bien el equipo de David Movilla, y la ilusión parecía haber olvidado ya la decepción de Haro, cuando llegó una contra llevada por Pituli que disparó y el balón se estrelló primero en el poste. Amores recogió el rechace, se internó en el área pequeña y dio el "pase de la muerte" al veterano Roberto que marcaba desde muy cerca el 1-0.

Ni unos segundos tardó en reaccionar el Zamora animado por cerca de un millar de personas que le acompañaron ayer. Sergio García combinó con David Alvarez que no llegó por muy poco cuando los zamoranos ya cantaban el gol, y poco después, de nuevo Alvarez, se escapaba de la defensa, le ponía un sombrero al portero, pero el balón se le iba muy lejos. En el córner, un defensa del Alcobendas casi marcaba en propia puerta de cabeza y en un nuevo saque de esquina, Asiel remataba bajo y con mucha fuerza pero el balón salía fuera por muy poco.

El Zamora demostraba capacidad de reacción frente a un Alcobendas que seguía a lo suyo, esperando otra ocasión para contraatacar. Esa ocasión pudo llegar en un centro de Gallardo que Pituli remató mal. Y poco después, de nuevo Pituli llegaba por la izquierda y buscaba la cabeza de Roberto que remataba de cabeza fuera por muy poco.

En una de las llegadas del Zamora, los aficionados pidieron un penalti por falta sobre Asiel y mano de un defensa en un disparo de Garban, pero Lucena Perdono no quiso ver nada aunque las imagenes de televisión parecen confirmar la mano dentro del área madrileña.

El Zamora no se arrugaba y seguía mostrando ese juego de ataque con variedad de recursos como nos tenía acostumbrados en la Liga: jugando por las bandas, buscando la cabeza de Asiel en las jugadas a balón parado, buscando sorprender en balance ofensivo... aunque el Alcobendas demostraba su enorme capacidad a la contra y Jon Villanueva evitaba el segundo gol madrileño rechazando con el pie otro remate del veterano Roberto.

La banda izquierda del Zamora era una coladera por la que entraba continuamente Arribas sin que nadie lograse impedir que el interior madrileño le cogiese una y otra vez la espalda a Coque, muy bien asistido por el lateral Gallardo.

La segunda parte se inició sin grandes sorpresas, aunque Arribas se cambiaba de banda con Pituli, un cambio que trajo consigo de forma inmediata el segundo gol madrileño, en una jugada personal de Aribas que centraba para que Gallardo marcase de cabeza en el segundo palo el 2-0 cuando tan sólo habían transcurrido tres minutos de la segunda parte.

El entrenador del Zamora, David Movilla, como si ya lo tuviera previsto, no se lo pensó dos veces para poner en el campo a sus dos delanteros Dani Hernández y Murci, sacando del campo a dos jugadores de tinte defensivo como son Fer y Chete. Y la primera conclusión llegó en una buena jugada de toda la delantera rojiblanca que culminó con un disparo de Murci que atrapó el portero Toni Lechuga. A continuación era Sergio García el que se escapaba con mucho peligro para forzar un valioso córner que remató Asiel pero Lechuga volvía a estar bien situado y seguro bajo palos.

Lo de Arribas era increíble, el interior madrileño se escapaba por enésima vez y no marcó el tercer gol porque el poste no lo quiso. El partido comenzaba a parecerse al cuarto de hora final de Haro ya que Murci replicaba con un remate a bocajarro que rechazó un defensa cuando ya entraba.

Emilio Ferreras, técnico del Alcobendas, comenzó en el minuto 70 a mover el banquillo poniendo en el campo a David Maganto para jugar por la derecha en lugar de Pituli. Y además, retiraba al "terror zamoranorum" Arribas para dar minutos a Kang.

El partido se enfrió bastante porque el Zamora no podía y su rival acusaba mucho el desgaste y la ausencia de su revulsivo Arribas. El conjunto rojiblanco basaba todas sus opciones en surtir de balones a Murci que se partía la cara con la defensa madrileña. Pero ya no hubo ni tiempo ni fuerzas para mucho más, y ambos rivales dieron por bueno el resultado que deja abierta la eliminatoria, pero muy cuesta arriba para un Zamora que va perdiendo fuelle a medida que avanza esta fase de ascenso y que va a ser complicado que pueda recuperarse de los dos últimos mazazos en Haro y San Sebastián de Los Reyes.

Esta vez, poco se puede achacar a las decisiones del entrenador que puso toda la carne en el asador para intentar sacar un buen resultado. Tal vez sea cuestión de que este equipo no es tan fuerte como nos habíamos creído. Esperamos que nos desmienta e domingo en el Ruta.